Miles de devotos de 80 fraternidades folklóricas ofrendaron ayer sus danzas a la Virgen de Urkupiña, la mayor expresión de fe de Cochabamba, con una peregrinación de más de cinco kilómetros que terminó en el templo de San Ildefonso, donde está la imagen de la mamita milagrosa.
Aunque el paso de las fraternidades comenzó temprano, a las 9:00, la entrada se prolongó hasta la noche. Las calles de Quillacollo, la tierra de la integración, se llenaron de música, bandas, colorido e ingeniosas coreografías.
El alcalde de Quillacollo, Héctor Cartagena, junto a más autoridades dio inicio a la Entrada Folklórica y remarcó que se realizaron mejoras en varios lugares de la ruta como el Prado y la plaza 15 de Agosto, que ahora es peatonal.
Participaron bailarines de Cochabamba, Santa Cruz, La Paz, Oruro, Sucre y Potosí. El presidente de la Asociación Folclórica Virgen de Urkupiña, René Valdez, explicó que esta gestión no hubo diferencia con las otras, pero sí de desarrolló con más devoción.
Los miembros de cada fraternidad ingresaron al templo con sus vírgenes en brazos y de rodillas desde el ingreso hasta el altar.
“No tengo nada que pedirle a la Virgencita; sólo mi gratitud por todo lo que ha hecho en mi vida y en mi familia. Nos ha bendecido y en su honor cada año mi esposa, mis hijos y yo bailamos”, expresó Julián Colque, un danzarín de la fraternidad de tinku.
Peticiones
Cada año, la Virgen de Urkupiña recibe miles de peticiones de los devotos. Entre ellos está la salud y prosperidad. Camila Vargas, una fiel de la Virgen que vino de Santa Cruz, contó que le pidió a la “mamita” estabilidad económica, principalmente por la situación que atraviesa el país.
Otro de los fieles, Gustavo Montaño, quien vino desde Argentina, dijo que viajó para participar de la festividad sólo por la salud de su madre. Las historias y los motivos que convocan a los devotos son infinitos, sin embargo, la respuesta en común de ellos es que lo hacen porque la Virgen, sin importar la procedencia del creyente, es milagrosa. También existe otro grupo de devotos que participa de esta actividad en gratitud a todas las respuestas de la “mamita”.
Comerciantes y policías
Pese a que hace varias semanas atrás se determinaron los espacios de venta de los comerciantes, en diferentes vías del municipio hubo desorden, especialmente por los vendedores informales. En algunos casos obstaculizaron los pasos habilitados para que los transeúntes pasen de un tramo al otro. Esto generó que se realicen largas filas en varios puntos de la entrada folklórica, según se evidenció ayer.
Por otro lado, la Policía desplegó cerca de 2 mil uniformados para el desarrollo de la festividad. El comandante de valle bajo, Gonzalo Velazco, indicó que se contó con personal de Sucre y Oruro para reforzar la seguridad.
Transporte
Los micros y buses instalaron una parada en la rotonda que está próximo a la terminal ante los cortes de vías.
Los ciudadanos realizaron transbordos para llegar a sus destinos ante a la enorme cantidad de devotos que convocó la festividad de la Virgen de Urkupiña.
Sin embrago, el tren metropolitano fue una de las alternativas más requeridas por los visitantes.
Los Tiempos evidenció ayer que en cada parada hubo a cientos de ciudadanos aguardando llegar a sus destinos. En varios momentos, los vagones estuvieron repletos de pasajeros que iban a cumplir con su promesa a la mamita.
El personal de Mi Tren y policías realizaron controles a lo largo de la vía para evitar obstáculos. Circuló sin inconvenientes desde la estación central hasta Vinto.
Reciclaje
La llegada de miles de devotos a Quillacollo generó una gran cantidad de basura en las calles, situación que fue aprovechada por algunas familias para reciclar botellas de plástico y latas de cerveza.
Los basureros de la plaza Bolívar, de la 15 de Agosto y de El Prado de Quillacollo colapsaron y no se instalaron otros adicionales. Desde la Alcaldía se informó que desplazó a trabajadores de la Empresa Municipal de Aseo (EMAQ) en diferentes turnos para hacer limpieza permanente de las vías para evitar la aparición de focos de contaminación.
Más actividades
La festividad de la Virgen de Urkupiña continúa este jueves 15 de agosto con la misa central en el templo de San Ildefonso a las 11:00 con la presencia de las autoridades y miles de devotos que llegan de todas partes del exterior del país.
En tanto, por la noche comenzará la peregrinación al calvario desde la ciudad. El inicio de la caravana partirá de la catedral a las 22:30.
La Intendencia Municipal anunció que intensificará los controles a lo largo de todo el recorrido de 12 kilómetros, entre la ciudad y Quillacollo.
El viernes se realiza la tradicional visita el cerro de Cota para participar de la misa en el Santuario de Urkupiña, además de los ritos y la extracción de piedras que representan los préstamos que realiza la Virgen a los devotos a través de combazos en las rocas.
Motor económico y patrimonio
La festividad de Urkupiña genera un importante movimiento económico en la región.
Se estima que durante los tres días llegan 3 millones de personas y se estima que este año la celebración moverá unos 79 millones de dólares.
Entre los rubros que repuntan esta temporada está la venta de artesanías de los talleres que se dedican a “vestir virgencitas”.
El gran desafío de la festividad es ser declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco.
Innovaron con trajes con luces y colores
Pese a los inconvenientes, miles de fraternos se dieron modos para cumplir con su promesa a la Virgen de Urkupiña y alegrar a los espectadores con sus cantos y coreografías. En ese marco, algunos bailarines incorporaron luces a sus trajes para realzar su ingreso por el palco oficial y el atrio del templo de San Ildefonso, ubicado en la plaza principal 15 de Agosto.
La combinación de colores y adornos en los bloques de las fraternidades también realzaron la entrada en devoción a la mamita milagrosa.
Las bandas dieron un espectáculo aparte con sus coreografías y ritmos a lo largo de gran parte del recorrido de los danzarines.
Caos, aglomeración y ventas opacan la fiesta
El comercio informal y la aglomeración de personas en los cruces habilitados a lo largo de los 4,5 kilómetros de la ruta opacaron la entrada folklórica. En un recorrido, se constató que los vendedores ambulantes de bebidas alcohólicas y comida dificultaron el paso de los danzarines debido a que ingresaron con carretillas a las vías haciendo a un lado las vallas de seguridad.
Los sectores más críticos del recorrido fueron la calle Héroes del Chaco y la avenida Martín Cárdenas, lugares en los que la Policía intentó colocar orden, pero fue rebasada.
El paso del tren metropolitano, también, se vio perjudicado en los cruces con la ruta de los grupos.