Cochabamba acoge en el abanico de su gastronomía a diferentes platos típicos de Santa Cruz que se ofrecen en las calles y en los restaurantes.
El sonso, el majadito, el cuñapé, el locro, el asadito de yuca y el masaco, entre otros manjares, forman parte del menú de este departamento que está a días de celebrar 214 años del grito libertario. Existe una infinidad de negocios tanto ambulantes como locales establecidos con temáticas del oriente boliviano, incluso los vendedores usan la vestimenta típica para mostrar la cultura oriental.
Los propietarios son cruceños o cochabambinos que vivieron varios años en el departamento vecino y decidieron emprender un negocio. Una vendedora ambulante de gastronomía cruceña instalada en la avenida Beijing y D’Orbigny, Coral Crespo, contó que vivió varios años en Santa Cruz, se enamoró no sólo de su gastronomía, sino que también conoció a quien ahora es su esposo. Retornó Cochabamba y decidió emprender con la comida del oriente.
“Es difícil contentar al estómago del cochabambino, es muy exigente, pero, si uno cocina bien, los demás vuelven. Además, siempre hay quienes quieren probar más allá de lo tradicional ”, contó.
Otra de las historias es la de Daniel Calle, un joven emprendedor que ambula vendiendo cuñapés con su mandil y su sombreo de saó por diferentes zonas de la ciudad. A veces está en la avenida Melchor Pérez, otras veces en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y otras en La Cancha. Afirmó que su producto es hecho con la receta de Santa Cruz. “Es como comer de allá. Es igualito, nosotros sabemos y por lo sabroso la gente nos compra”, dijo.
Asimismo, hay decenas de emprendimientos con platos típicos, uno de ellos es el Pahuichi, un salón de té ubicado en la Antezana casi Salamanca, que está ambientado con objetos típicos del oriente. Una de las propietarias y administradoras, Sandra Aguayo, contó que no sólo la decoración hace llamativo al lugar, sino también la sazón que tiene cada platillo.