Mientras los incendios en Cochabamba ya quemaron 5.800 hectáreas de vegetación en lo que va del año, la contaminación del aire se agrava en la ciudad y el trópico por la humareda del oriente y la notificación de nuevos focos de calor. (Ver infografía).
El jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Gobernación, Ramiro López, indicó ayer que la región metropolitana, que abarca de Sipe Sipe a Sacaba, respira una calidad de aire que fluctúa entre “regular” y “mala” desde el fin de semana por las corrientes de viento y los últimos incendios de magnitud que se presentaron en el Parque Nacional Tunari (PNT).
En la ciudad el índice de la calidad de aire empeoró ayer debido a que pasó de “mala” a “muy mala”, tras alcanzar los 159 microgramos por metro cúbico, de acuerdo al reporte de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire (MoniCA).
En tanto, en el trópico se respira un aire “muy malo” por su proximidad con Santa Cruz, el departamento que concentra la mayor cantidad de incendios activos del país, mencionó.
López explicó que el departamento está ingresando a la época crítica de incendios, situación que se evidenció en la notificación de seis incendios en las últimas 48 horas.
Informó que el trabajo coordinado con los municipios y grupos de respuesta permitió mitigar el fuego en menos de 24 horas en los municipios de Pocona, Vacas, Sacaba y Tiquipaya.
Sin embargo, todavía se trabaja para controlar las quemas en Colomi e Independencia con apoyo de las unidades militares, acotó.
En este contexto, el jefe de la UGR recomendó a la población evitar las actividades al aire libre durante las primeras horas de la mañana, especialmente a los grupos vulnerables: niños, ancianos y personas con enfermedades cardiorrespiratorias.
Por su parte, el jefe de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Rubén Castillo, advirtió que la contaminación podría provocar el aumento de casos de conjuntivitis y algunas alergias.
Cifras
El departamento, a la fecha, mitigó al menos 76 incendios, de los que el 46 por ciento se produjo en el Parque Tunari, afectando 1.100 hectáreas de vegetación, según datos oficiales de la UGR de la Gobernación.