El Gobierno nacional destacó que el país cerró 2023 con un PIB nominal de 45.464 millones de dólares y un crecimiento del PIB real del 3,1% respecto al año anterior. Sin embargo, economistas critican que el Ejecutivo sólo publica ciertos datos que le conviene y no transparenta otros que reflejan la verdadera situación económica del país.
El aumento del PIB nominal, que había caído a 36.897 millones de dólares en 2020, se atribuye a “las medidas económicas aplicadas en el marco del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), fundamentales para el fortalecimiento de los diversos sectores productivos y la redistribución del ingreso”, según el Ministerio de Economía. Además, en el boletín se señala que el PIB per cápita se cuadruplicó en los últimos 17 años, alcanzando 3.736 dólares el año pasado.
Pese a estos datos, otros indicadores económicos, como el déficit fiscal cercano al 11% del PIB, las Reservas Internacionales Netas (RIN) sin actualizar desde abril, y la deuda interna, no han sido difundidos desde principios de este año.
El economista Julio Linares advirtió que la población enfrenta “una gran incertidumbre” en vísperas del aniversario de la independencia de Bolivia. “Lo que los analistas predecían está ocurriendo, aunque el Gobierno lo niegue”, afirmó. Para Linares, hay una “época de oscurantismo” en la divulgación de datos económicos, y los que se publican son aquellos que “interesan al Gobierno”. Insistió en la necesidad de “dejar de dar información parcial” y presentar informes sinceros.
El economista Joshua Bellott coincidió, señalando que el Ejecutivo publica ciertos datos, oculta otros y manipula algunos a su conveniencia. No obstante, señaló que esta manipulación de la información tiene un impacto limitado en la opinión pública, que experimenta la difícil situación económica en aspectos tangibles. Bellott señaló que el poder adquisitivo de las familias disminuyó en un 50% entre 2010 y 2023.
Además, resaltó dos constantes históricas en el país: políticos que priorizan sus intereses sobre el servicio público y recursos naturales explotados por “élites” políticas o empresariales. A esto se suman un bajo nivel educativo y un retraso tecnológico.
Igualmente, los ingresos por la renta petrolera promediaron 2.700 millones de dólares anuales entre 2006 y 2023, según YPFB. Linares criticó que estos ingresos no se invirtieron adecuadamente, y ahora, con la caída de la producción de hidrocarburos y el aumento de las importaciones de combustibles, se sienten la escasez de dólares y problemas en el suministro de los combustibles.
Deuda pública
La deuda pública externa en 2023 representaba el 26,9% del PIB, un descenso respecto al 33% registrado en 2020, según el Ministerio de Economía. Esta cartera de Estado enfatizó que la deuda está por debajo de los límites establecidos por organismos internacionales para considerarse saludable. No obstante, el economista Linares señaló que no se dispone de datos actualizados sobre la deuda interna, que habría aumentado considerablemente.