El congreso extraordinario de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) decidió ayer convocar al presidente Luis Arce a una “reunión de emergencia” el próximo martes, con el objetivo de abordar la situación económica que amenaza la producción de alimentos. En su resolución, el congreso advirtió que “el tiempo se acabó”.
Durante el encuentro con Arce, programado para un día antes de la reunión del mandatario con empresarios privados en La Paz, se discutirán temas como el abastecimiento de diésel, la liberación plena de exportaciones, el acceso a biotecnología, la eliminación de bandas de precios, la seguridad jurídica y las divisas necesarias para garantizar la importación de insumos.
El sector agropecuario necesita 200 millones de litros de diésel hasta fin de año y 350 millones de dólares para importar insumos y maquinaria, a fin de evitar interrupciones en la cadena productiva.
El congreso de la CAO también resolvió declararse en emergencia y movilización permanente, pedir a Confeagro la convocatoria de un encuentro multisectorial para tomar decisiones, apoyar las protestas en San Julián en demanda de acceso a transgénicos, y solicitar al Comité Pro Santa Cruz una reunión de directorio ampliado.
En el documento, se destacó que “las familias ya sienten los efectos de la crisis, y que la misma tiende a agravarse con el pasar de los días”.
“Lo más grave y preocupante es que, hasta el momento, las autoridades competentes no han asumido sus responsabilidades, lo que ha provocado que el poder adquisitivo de la población disminuya, impidiendo que las familias puedan cubrir sus necesidades básicas”, se añadió.
El sector agropecuario es uno de los más afectados por las interrupciones en el suministro de diésel y la escasez de dólares para la importación de insumos. Además, las sequías han causado pérdidas significativas en los cultivos, lo que refuerza la necesidad de aprobar el uso de eventos transgénicos para desarrollar cultivos resistentes a la sequía.
El gerente del IBCE, Gary Rodríguez, también hizo un llamado para acelerar la aprobación de estos eventos, que ya han sido aprobados en países vecinos.