Desde la sociedad civil se advirtió ayer que la legalización de los bonos de carbono en Bolivia es “una ilusión” fomentada para aumentar el flujo de divisas a toda costa, y no “una solución” a los problemas climáticos y económicos que enfrenta el país.
“Los bonos de carbono parecen ser una salvación para las comunidades, pero en realidad no hay suficiente información al respecto. Nosotros no creemos que sean una solución, sino una ilusión, porque podrían abrir la puerta a una mayor deforestación”, manifestó Luis Rojas, coordinador del Bloque de Organizaciones Campesinas e Indígenas del Norte Amazónico de Bolivia (Bocinab).
Por su parte, Juan Carlos Alarcón, representante de la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático (Pbfcc), señaló que “en estos momentos críticos parece que se buscan divisas, incluso a costa de rifar los recursos naturales”.
Los bonos de carbono son créditos que se otorgan a empresas que disminuyen sus emisiones de carbono —la principal fuente del calentamiento global— como incentivos para fomentar actividades más sostenibles con el medioambiente. Sin embargo, los críticos señalan que no existen controles suficientes para garantizar que se cumplan las metas, y que estos créditos a menudo se utilizan para justificar un aumento de la contaminación en ciertas áreas, mientras se argumenta que se reduce en otras.
Por ejemplo, una empresa podría elevar sus niveles de contaminación en Estados Unidos con el argumento de que posee bonos de carbono en Bolivia, cuyos bosques capturan la contaminación. Lo mismo podría hacer una empresa agroindustrial que deforesta hectáreas para implementar un monocultivo.
Los bonos de carbono no son legales en el país de acuerdo con las leyes 71 y 300. Sin embargo, en junio, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) emitió una sentencia que declara inconstitucionales los artículos de estas normas que restringen el comercio de bonos de carbono en Bolivia.
La Vicepresidencia del Estado se opone a dicha decisión y ha solicitado al TCP que corrija la sentencia, considerando sus argumentos, los cuales, supuestamente, no fueron contemplados porque se presentaron fuera de tiempo.