Cerca del 11 por ciento de los recursos de los fondos de pensiones, equivalentes a 2.569 millones de dólares, se destinan a sectores directamente vinculados con la deforestación en el país, según un reciente estudio publicado por Alianza por la Solidaridad (Action Aid) y elaborado por el economista ambiental Stanislaw Czaplicky.
El autor explicó que los datos corresponden a 2022, cuando los fondos de pensiones eran administrados por las dos AFP: Futuro de Bolivia y BBVA Previsión. Éstas fueron reemplazadas por la Gestora Pública en 2019.
El estudio, titulado “Las finanzas grises del agronegocio en Bolivia y su rol en la deforestación”, señala a los sectores soyero, ganadero y azucarero como los principales responsables de la deforestación en el país, debido a la ampliación de la frontera agrícola.
Los recursos, equivalentes a 2.569 millones de dólares, provenientes de los aportes de la población para su jubilación, no fueron entregados directamente a las empresas agropecuarias, sino que siguieron complejas rutas de financiamiento, pasando por bancos y fondos de inversión cerrados.
“En total, mediante inversiones directas e indirectas, se trataría de 2.569 millones de dólares, o el 10,8 por ciento de las inversiones de los fondos de pensiones en 2022, que fueron destinados al sector soyero, ganadero y azucarero”, se lee en el estudio.
“Nuestros propios ahorros bancarios, nuestros aportes para la jubilación, es decir, ahorros para el futuro, paradójicamente están financiando la destrucción de ese mismo futuro”, escribió Czaplicky.
Los Tiempos se contactó con la Cámara Agropecuaria del Oriente, la Federación Departamental de Ganaderos de Santa Cruz, la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo, y la Confederación Nacional de Cañeros de Bolivia para conocer su posición sobre este estudio, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
El documento indica que la pérdida de bosques se debe en gran medida al cambio en el uso de suelo para la expansión ganadera y la producción de monocultivos, principalmente soya, girasol y caña de azúcar.
Bolivia se ubica entre los primeros países en pérdida de bosques a nivel mundial, a pesar de contar con un menor desarrollo económico y una población relativamente pequeña.
Aunque los incendios representan un gran problema para la cobertura boscosa, el 88 por ciento de la deforestación es planificada y ejecutada con maquinaria para la expansión de la frontera agrícola, beneficiando a sectores subsidiados.
Desinversión y mayor control
El estudio de Czaplicky sugiere que los fondos de pensión y el sistema bancario deberían desinvertir en los sectores extractivos. Además, propone implementar procedimientos de verificación ambiental en las instituciones financieras y empresas exportadoras.
Entre las recomendaciones, también se destaca la necesidad de aumentar la participación de la sociedad civil y de grupos de interés proambientales en la toma de decisiones sobre las inversiones de los fondos de pensión, que son recursos públicos.