El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha anunciado una nueva medida para combatir el contrabando de alimentos, una de las principales causas del reciente incremento en los precios de productos de la canasta básica. En un intento por proteger la economía interna y mitigar los efectos adversos del desabastecimiento de alimentos, el mandatario ordenó la militarización de las fronteras del país, una estrategia dirigida a detener la salida ilegal de productos hacia naciones vecinas, donde los precios son más elevados. Esta acción, según Arce, responde a la necesidad urgente de preservar la estabilidad económica ante las dificultades internas y externas que enfrenta Bolivia.
Durante su intervención en el acto por el 73 aniversario de la Confederación General de Trabajadores Fabriles de Bolivia, el presidente Arce enfatizó la importancia de la militarización de las fronteras como medida clave para controlar el contrabando, especialmente de productos alimenticios como arroz, azúcar y carne. Estos productos, debido a su precio relativamente bajo en Bolivia, han sido llevados ilegalmente hacia países vecinos como Brasil, Chile y Argentina, donde se comercializan a valores mucho más altos.
“Estamos tomando decisiones firmes para proteger nuestros productos nacionales. No podemos permitir que alimentos esenciales para nuestra población salgan del país de manera ilegal y encarezcan el costo de vida de los bolivianos”, declaró Arce. La militarización incluye el despliegue de efectivos de las Fuerzas Armadas en los puntos fronterizos más vulnerables, así como la implementación de controles más estrictos y nuevas normativas que buscan disuadir el contrabando.
El contrabando —según el Gobierno— ha generado escasez de algunos productos en el mercado interno, lo que ha presionado al alza los precios de alimentos básicos.
Seis factores
Además del contrabando, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, explicó que existen otros cinco factores que han contribuido al incremento en los precios de los alimentos. El Ministro detalló que estos factores son tanto de origen interno como externo.
1. Contrabando de alimentos: la salida de productos básicos hacia países vecinos ha reducido la oferta interna, impulsando un alza de precios en el mercado nacional. Este fenómeno ha afectado especialmente a alimentos como el arroz, la carne y los huevos, que han tenido una mayor demanda en el extranjero debido a los bajos precios en Bolivia.
2. Inflación importada: Bolivia, como muchos otros países, se ha visto afectada por el incremento de los precios de productos importados. Bienes como el acero, los productos de higiene y los detergentes han experimentado un aumento en su costo debido a factores globales como el encarecimiento del transporte y la disrupción en las cadenas de suministro, lo que ha repercutido en los precios locales.
3. Estacionalidad de productos: algunos productos agrícolas ven un aumento natural en sus precios durante ciertos periodos del año debido a factores estacionales. No obstante, Montenegro subrayó que este efecto no es generalizado, ya que varios productos han disminuido de precio en el mismo lapso.
4. Fenómenos climáticos adversos: las sequías y las heladas que han afectado a Bolivia durante la campaña agrícola de invierno han reducido la producción de alimentos y granos. Este fenómeno ha disminuido la oferta de productos agrícolas clave, lo que ha generado un alza de precios en el mercado interno.
5. Bloqueos de carreteras: los conflictos sociales y políticos que han provocado el cierre de carreteras en varias regiones del país han interrumpido el transporte de alimentos hacia las ciudades, generando desabastecimiento temporal y aumentando los precios de algunos productos. Esta situación es particularmente preocupante en áreas urbanas que dependen de los suministros rurales.
6. Inflación interna y externa: finalmente, la combinación de la inflación tanto interna como externa ha generado una fuerte competencia de precios en el mercado boliviano. Mientras la inflación externa refleja el incremento de costos globales, la interna está relacionada con las dinámicas propias del mercado local, incluyendo el encarecimiento de la producción y la presión del contrabando.