La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) estima que el uso de la semilla transgénica Intacta, aprobada por el Gobierno, podría incrementar la productividad de los cultivos de soya en un 30 por ciento. Según su presidente, Fernando Romero, este aumento no sólo elevaría la producción de alimentos y biocombustibles, sino que generaría un excedente para la exportación, lo que impulsaría la economía nacional con mayores ingresos en divisas.
“Con estas tecnologías, Bolivia podrá competir en igualdad de condiciones con Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, que ya las han implementado”, afirmó Romero. Aunque los agricultores bolivianos han desarrollado genética de alto rendimiento durante años, consideran que la biotecnología es el elemento clave para maximizar su productividad.
Proyecciones económicas
Los beneficios económicos proyectados por Anapo son alentadores. Romero estima que, de continuar aprobándose nuevos eventos biotecnológicos para la soya y otros cultivos, Bolivia podría generar más de 3.500 millones de dólares en exportaciones anuales a mediano plazo. Este crecimiento aumentaría la disponibilidad de productos como el aceite vegetal, clave en la producción de biodiésel, y fortalecería la competitividad del sector agrícola nacional.
Estudios de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno respaldan estas proyecciones, subrayando que la biotecnología no sólo incrementará la productividad, sino que también promoverá un desarrollo agrícola sostenible. Los investigadores destacan que el uso de cultivos transgénicos podría permitir un manejo más eficiente de los recursos agrícolas, beneficiando tanto a grandes como a pequeños productores.
Anapo sostiene que la biotecnología debe estar acompañada de prácticas agrícolas sostenibles. Romero enfatiza que el uso de semillas transgénicas debe ir de la mano con un manejo responsable del suelo y otros insumos agrícolas, en línea con las recomendaciones científicas.
“La biotecnología es una herramienta para mejorar la productividad, pero sólo es efectiva si se integra con prácticas agrícolas que respeten el medioambiente. No podemos hablar de sostenibilidad sin un adecuado manejo del suelo”, explicó Romero.
La autorización de la semilla de soya Intacta fue el resultado de un acuerdo alcanzado durante el Diálogo Nacional por la Economía y la Producción, celebrado en agosto.