Miles de brasileñas protestaron este viernes en las principales ciudades del país para exigir un basta a los feminicidios, despenalizar el aborto y aplicar los últimos avances legislativos en materia de igualdad.
En São Paulo, la mayor ciudad del país, cientos de mujeres se manifestaron al grito de "aborto legal, libre y gratuito" por la Avenida Paulista, adonde se acercaron decenas de colectivos y sindicatos en defensa de los derechos de las mujeres.
"No es justo que en 2024 continúen matándonos y tengamos que recurrir al aborto clandestino", vociferó Maria Fernanda Marcelino, una de las representantes de la Marcha Mundial de las Mujeres.
En Brasil, el aborto es legal apenas en casos de violación, riesgo de muerte para la madre o anencefalia del feto.
Desde niñas a las más veteranas, las manifestantes caminaron a pesar de la lluvia con pancartas que reivindicaban un salario igualitario, el fin de los feminicidios e incluso un alto al fuego en la Franja de Gaza.
Según los datos del Fórum Brasileño de Seguridad Pública, al menos 1.463 mujeres fueron víctimas de feminicidio en Brasil el año pasado, un 1,6 % más que en 2022, lo que deja un promedio de cuatro muertes por día.
"El feminismo tiene que ser interseccional, tenemos que defender a todas las mujeres: las negras, las trans y también a las palestinas", afirmó con contundencia Sophia Vieira, una joven militante del colectivo Juntas.
Bloques antirracistas, indígenas y lésbicos pusieron de manifiesto durante este 8 de marzo que la igualdad se construye desde "la primera línea" y "de manera colectiva", como describió Mari Ceoski, una de las asistentes.
En Río de Janeiro, protestaron por el centro de la ciudad con banderas rojas, moradas y carteles que también pedían una política efectiva contra el creciente número de feminicidios.
"La ley está ahí, pero el número de feminicidios es un absurdo, no ha parado de crecer (...) Damos pasos hacia delante, pero también hacia atrás porque estamos en una sociedad extremadamente misógina", afirmó a EFE Eladiceia da Silva, profesora de Historia.
Colega de profesión, Silme de Lima reconoce que ha habido "avances bien significativos", especialmente en el ámbito laboral, aunque con matices.
"Todavía no estamos en paridad. Las mujeres aún ganan menos que los hombres", denunció.
Para revertir esa situación, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó en julio pasado una ley que establece la igualdad salarial para hombres y mujeres que desempeñen las mismas funciones.
Desde que asumió el poder, el 1 de enero de 2023, el mandatario ha impulsado diversas iniciativas en pro de las mujeres, aunque también ha sido criticado por no elegir a ninguna para ocupar un lugar en la Corte Suprema en las dos oportunidades que ha tenido hasta el momento.
En su primer año de mandato, Lula propuso a dos candidatos para el alto tribunal y en ambas ocasiones optó por un hombre: Cristiano Zanin, su antiguo abogado personal; y Flávio Dino, quien fue su ministro de Justicia.
Con esos dos nombramientos, actualmente en el pleno del Supremo, formado por once magistrados, solo hay una mujer: Cármen Lúcia Antunes.
Además de São Paulo y Río, en este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, también se registraron concentraciones en Brasilia, Belo Horizonte, así como en otras grandes ciudades brasileñas.