Cuenca
Agencias
La XXIX Cumbre Iberoamericana finalizó en Ecuador sin lograr una declaración oficial debido a la falta de consenso entre los países participantes. De las 19 delegaciones que acudieron al encuentro, 18 firmaron un documento extraoficial, denominado Declaratoria de Cuenca, que intentó rescatar los principales acuerdos trabajados en la cita, pero que no alcanzó unanimidad por la negativa de Argentina.
El secretario iberoamericano, Andrés Allamand, explicó que no se llegó a un consenso para una declaración política oficial, por lo que se optó por una declaración no vinculante al margen del evento. Gabriela Sommerfeld, canciller anfitriona, señaló que hubo posiciones radicales que dificultaron el diálogo, pero la mayoría de los países unió esfuerzos para preservar los avances en temas prioritarios.
El documento alternativo incluye 25 comunicados especiales que abordan desafíos compartidos, como el combate al crimen transnacional, la promoción del empleo juvenil, la lucha contra el cambio climático y la erradicación de la desnutrición, entre otros.
La cita estuvo marcada por la baja participación de líderes de alto nivel. De los 22 jefes de Estado y de Gobierno convocados, solo asistieron el rey Felipe VI de España y los presidentes Marcelo Rebelo de Sousa (Portugal), Xavier Espot Zamora (Andorra) y el anfitrión, Daniel Noboa.