Bolivia cerró 2023 con una inflación acumulada de 2,12 por ciento, una de las más bajas de la región, informó ayer el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui.
“A diciembre tuvimos una inflación de 0,63 por ciento, con lo que cerramos el año con una inflación acumulada de 2,12 por ciento”, informó la autoridad en conferencia de prensa.
Con estas cifras, la inflación registrada el año pasado es menor a la de un año anterior, ya que en 2022 se tuvo una inflación acumulada de 3,12 por ciento.
El principal factor que elevó los precios en diciembre fue el del transporte interdepartamental. La demanda de las fiestas de fin de año disparó los precios en casi un 50 por ciento.
Cusicanqui indicó que este año se continuará la subvención a los combustibles y otros productos de la canasta familiar con el fin de proteger el poder adquisitivo de los bolivianos.
La inflación registrada es menor a la que se había proyectado en el Presupuesto General del Estado (PGE) para 2023, que preveía una inflación “controlada” de 3,57 por ciento.