Los alcaldes del Trópico de Cochabamba protestaron por el desabastecimiento de combustible en su región, porque consideran que se trata de un "ataque político". Advirtieron que la población podría incluso tomar la planta de YPFB en Puerto Villarroel por este conflicto.
"Da rabia, después que esta región le ha dado el 98% de votos a Lucho presidente, el pago es esto que es peor que el gobierno del golpe. Nos está dejando sin combustible. Los productores necesitan combustible, los transportistas necesitan combustible, los hospitales igual necesitan combustible. Es un atentado", manifestó Limber Cossio, presidente de la Mancomunidad del Trópico y alcalde de Puerto Villarroel, junto a sus colegas de la región.
Los alcaldes se reunieron este jueves para tratar este tema. Convocaron al Ministerio de Hidrocarburos, Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y YPFB, pero estas entidades hicieron caso omiso, reclamó Cossío.
Entonces, las autoridades del Trópico se dirigieron a la planta de YPFB, donde averiguaron que habría combustible para 20 días, pero no la voluntad para reunirse sobre el tema.
"Si la población, el transporte va a tomar la planta, va a ser entera responsabilidad del responsable de planta, que en este momento no ha querido reunirse con las autoridades de la región del Trópico", advirtió el alcalde de Puerto Villarroel.
"Creo de aquí en adelante lo que pasa en esta planta va a ser responsabilidad del responsable de planta y los encargados de la distribución de combustible", agregó.
Anunció también la intención de procesar judicialmente al Ministerio de Hidrocarburos, ANH y YPFB, al considerar que se cometen delitos contra la región del Trópico mediante el desabastecimiento.
Cossío exigió también que se solucione el conflicto por las elecciones judiciales, por el cual se han instalado bloqueos particularmente en esa región.
Consideró que es una ofensa a la inteligencia la convocatoria a diálogo que hizo el vicepresidente David Choquehuanca para el lunes, cuando la necesidad de pacificar es para hoy.
Avisó que, de no atenderse sus peticiones, los alcaldes del Trópico se sumarán al bloqueo de caminos.