La Fiscalía del Estado anunció ayer que ha imputado a tres sacerdotes jesuitas, uno de ellos español, por haber encubierto un caso de pederastia cometido por el fallecido cura valenciano Alejandro Mestre Descals en 1961, cuando era arzobispo en La Paz.
Los imputados, identificados como Osvaldo Armando Chirveches, Bernando León Mercado Vargas e Ignacio Suñol Esquirol (nacido en Barcelona), “guardaron silencio” y “encubrieron los hechos de los que tenían conocimiento real”, según señlaó el fiscal general, Juan Lanchipa, que denunció que Mestre cometió el delito cuando “cumplía funciones dentro de un establecimiento educativo”.
Con motivo de la imputación, el Ministerio Público ha solicitado varias medidas cautelares, incluida la prohibición de salir del país, la detención domiciliaria o la prohibición de comunicarse por cualquier medio con la víctima.
Abusos
Mestre (1912-1988) abusó de un menor de edad en al menos dos ocasiones en 1961. La víctima guardó silencio y denunció años más tarde el caso.
Chirveches remitió el caso a Suño, que era el jefe provincial de la misión e instruyó la apertura de una investigación interna. La investigación, dirigida por Chirveches, quedó cerrada y se puso en conocimiento de Mercado, que revisó los antecedentes y ratificó el cierre del caso. Ninguno de ellos remitió el caos a la Justicia boliviana.
“Ellos recién presentan la denuncia al Ministerio Público cuando ya el Ministerio Público estaba en las investigaciones, por ese motivo, por haber guardado esa información, por haber encubierto los hechos están siendo imputados. Ellos tenían conocimiento real”, aseguró el fiscal.
En mayo del año pasado, Chirveches presentó la denuncia la justicia no sólo contra Mestre, sino también contra el sacerdote Luis Roma, fallecido en 2019 a los 84 años, de quien se conoció un segundo diario en el que tiene fotos de casi un centenar de niñas en su mayoría indígenas. Chirveches, en ese entonces, dijo que la Compañía de Jesús presento las denuncias para contribuir en las investigaciones.
Los jesuitas en Bolivia han sido blanco de críticas por estas revelaciones y han pedido perdón porque “los abusos han provocado una herida profunda en las víctimas y las denuncias no pueden ser ignoradas, aunque el sacerdote involucrado en los hechos haya fallecido”.
El Vaticano no tiene documentos
El fiscal Juan Lanchipa informó ayer que el Vaticano respondió al requerimiento fiscal del Ministerio Público boliviano y señaló que “no existen documentos respecto de las personas sujetas a la solicitud”.
Dentro del caso Pederastia en Chuquisaca, la Fiscalía había pedido al Vaticano la remisión de fotocopias de denuncias anteriores de los sacerdotes denunciados por presuntas agresiones sexuales en Bolivia. “La oficina del Vaticano emitió una nota señalando que no cursa ningún antecedente sobre denuncias de pederastia”.