Bolívar se recuperó de su traspié internacional (fue goleado 4-0 por Flamengo) y goleó con autoridad a Real Tomayapo por 4-1 en el estadio Hernando Siles, en el marco de la segunda fecha del torneo Clausura.
El encuentro comenzó con un Bolívar impreciso y un ritmo de juego lento. Sin embargo, la figura del arquero celeste, Carlos Lampe, se erigió como fundamental en el primer tiempo, con atajadas cruciales que mantuvieron al equipo en partido.
En la segunda mitad, la academia paceña encontró mayor fluidez en su juego y comenzó a generar ocasiones de peligro.
La apertura del marcador llegó al minuto 34', gracias a un autogol de Leonardo Justiniano. Casi sin querer queriendo, Bolívar tomó la delantera en el marcador.
Apenas iniciado el segundo tiempo, Carmelo Algarañaz amplió la ventaja al minuto 46'. El mismo Algarañaz anotó un tercer gol al minuto 49', pero este fue anulado por una supuesta infracción previa.
Ramiro Vaca puso el 3-0 al minuto 68' con un golazo de larga distancia, imposible de atajar para el arquero rival. El volante tomó la pelota por el carril central, se hizo el espacio y sacó el misil con pierna derecha.
A pesar del dominio celeste, Tomayapo descontó al minuto 79' por intermedio de Matías Noble, quien aprovechó un error en la salida de Bolívar. El que fue figura en el primer tiempo (Lampe) regaló la pelota y cedió un gol.
Bolívar puso cifras finales al 95', con una magistral jugada de Xico da Costa. El brasileño se sacó a tres rivales, y sacó el latigazo rasante para anotar el 4-1 final.
Con este triunfo, Bolívar suma tres puntos y se ubica en la cima de la tabla de posiciones. En la próxima fecha, la academia visitará a Aurora en el Félix Capriles.
En los últimos días, Bolivia se ha declarado en alerta epidemiológica, frente al sarampión, una enfermedad de la que no se tenían casos desde 2000. Incluso, en 2012, el país había sido declarado libre de este mal por la OMS. Sin embargo, cuatro casos han vuelto a sonar las alarmas en el país. El primero en enero de este año, en la fronteriza población de Bermejo (Tarija). Y los otros cuatro, en la última semana: tres en Oruro y el ultimo en Tapacarí (Cochabamba).
El contrabando, un negocio tan antiguo como nuestra historia, en la última década ha cobrado mucha más fuerza y cuerpo en nuestro país, hasta convertirse en una actividad económica multimillonaria, donde intervienen miles de personas, entre vendedores y compradores, tanto dentro y fuera de nuestras fronteras, donde el sector público y privado no son ajenos a este universo comercial.
El contrabando, un negocio tan antiguo como nuestra historia, en la última década ha cobrado mucha más fuerza y cuerpo en nuestro país, hasta convertirse en una actividad económica multimillonaria, donde intervienen miles de personas, entre vendedores y compradores, tanto dentro y fuera de nuestras fronteras, donde el sector público y privado no son ajenos a este universo comercial.
RONNIE PIÉROLA GÓMEZ
Al padre Cantalapiedra le pareció extraño y estrambótico notar que los campesinos de aquel rincón olvidado por la cristiandad empezaron a rezar de semejante y peculiar manera. No era ni el tono provinciano ni el murmullo ininteligible de ciertas frases, era más bien el inicio de cada oración y el sentido de estas, lo que le llamaba fuertemente la atención.
Al padre Cantalapiedra le pareció extraño y estrambótico notar que los campesinos de aquel rincón olvidado por la cristiandad empezaron a rezar de semejante y peculiar manera. No era ni el tono provinciano ni el murmullo ininteligible de ciertas frases, era más bien el inicio de cada oración y el sentido de estas, lo que le llamaba fuertemente la atención.
DANIELA MURIALDO LÓPEZ
Ojeé hace unas semanas la entrevista en El País a la diseñadora de modas Elena Benarroch, pese a que dejé de leer ese medio español, desde que se convirtió en un panfleto sanchista (que apoya al presidente del Gobierno español). Aun así, me llamó la atención el titular entrecomillado: “Es una gilipollez pensar que si eres rico no puedes ser de izquierdas”.
Ojeé hace unas semanas la entrevista en El País a la diseñadora de modas Elena Benarroch, pese a que dejé de leer ese medio español, desde que se convirtió en un panfleto sanchista (que apoya al presidente del Gobierno español). Aun así, me llamó la atención el titular entrecomillado: “Es una gilipollez pensar que si eres rico no puedes ser de izquierdas”.
MARCELO GONZALES YAKSIC
Muchos de los burócratas bolivianos, especialmente los que rondan el aparato estatal del nivel central, son parte de unas redes de poder y mantienen relaciones personales que les permiten empernarse en sus puestos de trabajo si es posible hasta la muerte natural del individuo.
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