El calendario 2024 del fútbol en Bolivia está próximo a finalizar y Cochabamba es parte de la fiesta de selecciones.
El lunes 11 de noviembre, Potosí acogerá el nacional sub-16 damas, en el que la Albinegra estará presente. Además, hay otros torneos, en ambas ramas, donde Cochabamba buscará el título.
“En el transcurso de un mes se desarrollará el torneo nacional sub-16 femenina, la sub-13 se juega en Tarija, la sub-16 (varones) en Sucre y la sub-19 masculina en La Paz hasta el 3 de diciembre”, informó el presidente de la Asociación de Fútbol Cochabamba (AFC), Pablo Zambrana.
Si bien el calendario y la preparación de los seleccio- nados corren contra el tiem- po, el esfuerzo puesto desde la AFC, con el respaldo de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) permitirán a las selecciones acudir al cierre de las competiciones de la actual temporada.
¿Usted sabía que el 40 por ciento de la superficie total de Bolivia, de una extensión de 1.089.581 km2, es montañosa y que más de la mitad de población vive en estos lugares? De ahí que esa sea una de las razones para conservar a estos gigantes de piedra.
Una noche antes de que Eduardo muriera, lo soñé en una silla de ruedas, muy delgado y con un gorro que no sé si alguna vez usó. Me acercaba y le ponía mi mano en su frente y le decía que iba a mejorar. Él respondía que ya no... Dado que no he logrado interpretar ese sueño de otra forma que no fuera una despedida, ocupo mi columna -como lo han hecho otros con el mismo afecto- para decirle a-Dios.
Una noche antes de que Eduardo muriera, lo soñé en una silla de ruedas, muy delgado y con un gorro que no sé si alguna vez usó. Me acercaba y le ponía mi mano en su frente y le decía que iba a mejorar. Él respondía que ya no... Dado que no he logrado interpretar ese sueño de otra forma que no fuera una despedida, ocupo mi columna -como lo han hecho otros con el mismo afecto- para decirle a-Dios.
Eduardo Pérez Iribarne (EPI) fue un sacerdote boliviano. Imbuido de la inculturación jesuítica, buscó parecerse —además de entender— a la sociedad en la que eligió vivir y morir. Por ejemplo, él se forzó a abandonar el acento español. En uno de sus colmos, a veces usaba una “erre” artificial, pero por lo demás adoptó el habla paceña de clase media. A la vez, le gustaba ejercitarse en frases de la gente, como la de “habló ‘para mí’”.
Eduardo Pérez Iribarne (EPI) fue un sacerdote boliviano. Imbuido de la inculturación jesuítica, buscó parecerse —además de entender— a la sociedad en la que eligió vivir y morir. Por ejemplo, él se forzó a abandonar el acento español. En uno de sus colmos, a veces usaba una “erre” artificial, pero por lo demás adoptó el habla paceña de clase media. A la vez, le gustaba ejercitarse en frases de la gente, como la de “habló ‘para mí’”.
El país está desequilibrado y con tendencia a quebrarse nuevamente. Viene sucediendo, con asiduidad, que el momento extraordinario de crisis se convierte en lo cotidiano, produciendo una costumbre perturbadora de nuestras posibilidades como país. El negacionismo de una crisis económica con transferencias de responsabilidades impide alcanzar a comprender que, la exposición pública, siempre subjetiva de culpas, no soluciona mecánicamente los problemas.
El país está desequilibrado y con tendencia a quebrarse nuevamente. Viene sucediendo, con asiduidad, que el momento extraordinario de crisis se convierte en lo cotidiano, produciendo una costumbre perturbadora de nuestras posibilidades como país. El negacionismo de una crisis económica con transferencias de responsabilidades impide alcanzar a comprender que, la exposición pública, siempre subjetiva de culpas, no soluciona mecánicamente los problemas.
El 29/08/1985 Víctor Paz Estenssoro promulgó el DS 21060 apoyado en el “Pacto por la democracia” suscrito por el MNR y la ADN. Resumió sus motivos afirmando que “Bolivia se nos muere”. A esas alturas el capitalismo de estado consolidado en 1952 había colapsado y la economía agonizaba en el contexto de la hiperinflación.
El 29/08/1985 Víctor Paz Estenssoro promulgó el DS 21060 apoyado en el “Pacto por la democracia” suscrito por el MNR y la ADN. Resumió sus motivos afirmando que “Bolivia se nos muere”. A esas alturas el capitalismo de estado consolidado en 1952 había colapsado y la economía agonizaba en el contexto de la hiperinflación.