Actualidad
Un grupo de bloqueadores se enfrenta desde las 16:30 de este lunes con los policías y militares que resguardan la zona de Paratoni en el ingreso del municipio de Capinota, según reportes de prensa.
De acuerdo con el reporte de la Asociación Nacional de la Prensa, un bloqueador de la región de Melga, un punto geográfico sobre la carretera Cochabamba-Santa Cruz, intentó asfixiar al periodista.
En una carta enviada a la Secretaría General de la ONU, el expresidente Evo Morales pidió que se instale una mesa de diálogo “efectivo y sincero” pero afirmó que los bloqueos son una “medida legítima”.
Vecinos de Mairana tomaron este lunes la Alcaldía de este municipio cruceño y la Policía aprehendió a un concejal "evista" acusado de instigar los bloqueos.
Después de que Evo Morales insistió con su pedido de instalar un diálogo, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, ha condicionado que se levanten los bloqueos que se desarrollan por cuarta semana.
El ministro de Gobierno Eduardo del Castillo afirmó que un "grupo irregular" del Chapare intentó bloquear en el norte paceño.
Opinión

El río Rocha que en el pasado inspiró canciones y bañaba el valle de Cochabamba; ahora, parece agonizar frente a todos. Ya no queda nada de su corriente caudalosa y sin olor; es más, en la época seca parece un arroyo de aguas negras, fétidas y estancadas.

El río es parte de la cuenca del mismo nombre y su cauce principal atraviesa la región metropolitana de Cochabamba, la más poblada del departamento, lo que lo hace más vulnerable a las acciones humanas e industriales.

Puntos de Vista

Estas líneas son para tí, LIBERtario, con quien puse en escena una breve e intensa obra, de maravilloso tiempo presente perenne. Lo hago en recordación de tu partida el 11 de marzo de 2015, cuando al exhalar tu último suspiro confirmaste mi convicción en la trascendencia humana sobre los estrechos límites de este plano de existencia.

Estas líneas son para tí, LIBERtario, con quien puse en escena una breve e intensa obra, de maravilloso tiempo presente perenne. Lo hago en recordación de tu partida el 11 de marzo de 2015, cuando al exhalar tu último suspiro confirmaste mi convicción en la trascendencia humana sobre los estrechos límites de este plano de existencia.

La aprobación del presidente Arce va de mal en peor. Si en enero había llegado al 42%, en marzo ese porcentaje se redujo a 38%. El problema es que, en el corto plazo, Arce no tiene ningún as bajo la manga que le permita revertir esa tendencia. Por el contrario, si la situación económica no mejora, los números pueden ser incluso menores, lo que para un candidato a la reelección puede representar un obstáculo prácticamente insalvable.

La aprobación del presidente Arce va de mal en peor. Si en enero había llegado al 42%, en marzo ese porcentaje se redujo a 38%. El problema es que, en el corto plazo, Arce no tiene ningún as bajo la manga que le permita revertir esa tendencia. Por el contrario, si la situación económica no mejora, los números pueden ser incluso menores, lo que para un candidato a la reelección puede representar un obstáculo prácticamente insalvable.

Llueve. Llueve y llueve. Caen gotas enormes junto con granizos. Es marzo, no enero, que llueve poco, ni febrero loco. Algunos tenían la esperanza de que el cambio de mes traería las tibias mañanas del otoño paceño y la luminosidad de las tardes que suelen coincidir con la Semana Santa. La luna nueva que inicia el Ramadán tampoco modificó las nubes negras y el cielo encapotado.

Llueve. Llueve y llueve. Caen gotas enormes junto con granizos. Es marzo, no enero, que llueve poco, ni febrero loco. Algunos tenían la esperanza de que el cambio de mes traería las tibias mañanas del otoño paceño y la luminosidad de las tardes que suelen coincidir con la Semana Santa. La luna nueva que inicia el Ramadán tampoco modificó las nubes negras y el cielo encapotado.

El día que Leocadio Gavilán tropezó con la verdad, era ya demasiado tarde. Su casa, junto a sus muebles de mimbre y sus posesiones de veterano, flotaban río abajo. Para él, la vida no había sido a su gusto y manera, pero, aun así, jamás de los jamases, se había sentido como en aquella ocasión: el hombre más sólo del mundo.

El día que Leocadio Gavilán tropezó con la verdad, era ya demasiado tarde. Su casa, junto a sus muebles de mimbre y sus posesiones de veterano, flotaban río abajo. Para él, la vida no había sido a su gusto y manera, pero, aun así, jamás de los jamases, se había sentido como en aquella ocasión: el hombre más sólo del mundo.