Hace 43 años fueron identificadas por primera vez algunas manifestaciones de la enfermedad conocida actualmente como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) y que hasta ahora ha provocado la muerte de más de 40 millones de personas. Su causa, el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), se identificó en 1983.
Esa infección era irremediablemente mortal hasta hace unas décadas, pero hoy puede tratarse con resultados positivos, gracias a los avances médicos.
Otra vez me cuentan que el fin de la hegemonía estadounidense es inminente. Para pasado mañana, cuando mucho. Es por eso que, afirman algunos, no vale la pena atesorar dólares, sino yuanes. ¿De dónde salen estos loquitos? Cualquier rato saldrán a decir que la Tierra es plana o que el peso argentino es una moneda en serio...
Otra vez me cuentan que el fin de la hegemonía estadounidense es inminente. Para pasado mañana, cuando mucho. Es por eso que, afirman algunos, no vale la pena atesorar dólares, sino yuanes. ¿De dónde salen estos loquitos? Cualquier rato saldrán a decir que la Tierra es plana o que el peso argentino es una moneda en serio...
ENRIQUE VELAZCO RECKLING
el jueves antepasado, en una entrevista radial, un analista económico cuyo nombre no llegué a captar, partió “descalificando a las calificadoras” que han reducido la calificación de riesgo de Bolivia. Lamentó que las calificadoras, azuzadas por el capitalismo norteamericano, se ensañen contra una economía —la boliviana—, pero se hagan de la vista gorda sobre el “inminente default” de la economía estadounidense.
el jueves antepasado, en una entrevista radial, un analista económico cuyo nombre no llegué a captar, partió “descalificando a las calificadoras” que han reducido la calificación de riesgo de Bolivia. Lamentó que las calificadoras, azuzadas por el capitalismo norteamericano, se ensañen contra una economía —la boliviana—, pero se hagan de la vista gorda sobre el “inminente default” de la economía estadounidense.
RONNIE PIÉROLA GÓMEZ
Fue así como empezaron las miradas morbosas y los toqueteos bajo las sombras, siempre bajo la estela de lo prohibido y muchas veces ante las miradas huecas de los santos de yeso.
Por aquel tiempo nadie hubiese podido pensar que aquel clérigo de ojos buenos y sonrisa ligera era en verdad el depredador de turno que Dios le supo asignar a Leovigildo Allende.
Fue así como empezaron las miradas morbosas y los toqueteos bajo las sombras, siempre bajo la estela de lo prohibido y muchas veces ante las miradas huecas de los santos de yeso.
Por aquel tiempo nadie hubiese podido pensar que aquel clérigo de ojos buenos y sonrisa ligera era en verdad el depredador de turno que Dios le supo asignar a Leovigildo Allende.
En mis más de 30 años de ejercicio periodístico, pocas veces sufrí los efectos de una publicación como después del primer artículo de esta serie de opinión sobre los jesuitas.
En mis más de 30 años de ejercicio periodístico, pocas veces sufrí los efectos de una publicación como después del primer artículo de esta serie de opinión sobre los jesuitas.