El exministro de Minería y exgerente nacional de Recursos Evaporíticos Luis Alberto Echazú se benefició con detención domiciliaria por el daño económico al Estado de 425 millones de bolivianos. El procurador general, César Siles, informó que hasta el momento tres personas fueron aprehendidas y hay otras nueve órdenes de captura emitidas por la Fiscalía.
El juez anticorrupción de La Paz Iván Córdova decidió no enviar a la cárcel a Echazú, considerando su avanzada edad (74 años), pese a que la Fiscalía pedía ponerlo en prisión preventiva por seis meses.
“No sólo se aprehendió al exministro Echazú, sino también a Jorge Flores Mamani y Paul Quiroz Barrionuevo. Tres personas hasta ahora aprehendidas. Esperamos que tengamos más novedades de la investigación”, señaló Siles en conferencia de prensa. El funcionario adelantó que se agotarán “todos los recursos” para sancionar a los responsables y recuperar el dinero.
El proceso contra el exministro Echazú fue iniciado por Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). La empresa denunció que hubo una serie de hechos de corrupción por los cuales las piscinas de evaporación para extraer la materia prima del carbonato de litio no funcionan.
Esto ha ocasionado que hasta el momento la planta industrial de carbonato de litio y la de cloruro de potasio no puedan alcanzar su máximo nivel de producción.
“Parte de los hechos que son investigados se relacionan con el incumplimiento de ocho contratos, sistemáticamente incumplidos. Y ese incumplimiento se debe al rol desafortunado y de franco quebrantamiento de la norma administrativa de los propios contratistas y de los contratos de la empresa Gerimex, cuya representante es la señora Paola Garafulic Ruiz”, dijo el procurador.
La familia Garafulic tenía al menos ocho contratos directos para el proyecto del litio firmados por casi 186 millones de bolivianos durante el gobierno de Evo Morales, entre 2013 y 2019.
Los otros dos aprehendidos, Flores Mamani y Quiroz Barrionuevo, trabajaron también en la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (GNRE); sin embargo, según información en redes sociales, habrían continuado trabajando para YLB hasta la actualidad.
En la rendición pública de cuentas del Ministerio de Hidrocarburos y Energía, que se realizó ayer de forma virtual, el ministro Franklin Molina lamentó los retrasos ocasionados a la industrialización del litio, aunque resaltó que se tomaron las medidas necesarias para corregir el rumbo.
En esa línea, indicó que se espera elevar la producción de carbonato de litio para este año en un 320 por ciento, pasando de las 948,5 toneladas métricas producidas en 2023 a 3.982 toneladas métricas.
La producción de carbonato de litio, según Molina, provendría en 74 por ciento de la nueva planta industrial y en un 26 por ciento de la planta piloto que ya operaba desde hacía varios años.
“Pese a que los precios no nos acompañan, se proyecta generar 931 millones de bolivianos, pero si los precios suben se superarían los mil millones y se marcaría un récord”, dijo Molina.
Aseguró que la aplicación de la extracción directa de litio (EDL) continúa avanzando con estudios preliminares y descartó que ésta haya fracasado, como señalaron desde el ala evista.
