En el primer semestre de 2024, Bolivia registró una inversión extranjera directa (IED) neta de 136 millones de dólares, marcando una recuperación significativa en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando la IED fue negativa, alcanzando los -74 millones de dólares, según el Banco Central de Bolivia (BCB). Este repunte ocurre en un contexto de reducción de las Reservas Internacionales Netas (RIN) y escasez de divisas, aunque los montos siguen siendo notablemente inferiores a los niveles previos a 2014.
“La inversión directa neta recibida en el primer semestre de 2024 fue positiva, alcanzando 136 millones de dólares, en contraste con el flujo negativo del mismo periodo de 2023. Este resultado se debe principalmente a la reinversión de utilidades en los sectores de la industria manufacturera e hidrocarburos, así como a una menor desinversión, que se redujo en un 50,2 por ciento respecto a 2023, gracias, en gran parte, a amortizaciones de créditos intrafirma”, destaca el BCB en su informe “Balanza de pagos y posición de inversión internacional”.
El documento revela que, en el primer semestre de 2014, la mayoría de los sectores registraron flujos positivos de IED, destacándose la industria manufacturera con 57 millones de dólares, hidrocarburos con 45 millones, intermediación financiera con 26 millones y minería con 17 millones. El comercio fue el único sector con una contracción de 18 millones. Desde entonces, la inversión extranjera directa ha caído drásticamente: en 2014 alcanzó los 727 millones de dólares, disminuyendo a 315 millones en 2016 y registrando flujos negativos en 2019 y 2020, con -142 y -226 millones, respectivamente.
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, atribuye la mejora de la IED principalmente a factores coyunturales más que estructurales. Entre los principales motivos destaca la reinversión de utilidades en sectores clave, como la manufactura y los hidrocarburos. Asimismo, la disminución de la desinversión fue un factor positivo.
En 2023, Bolivia enfrentó una crisis fiscal y un contexto político y social adverso, lo que desincentivó la inversión extranjera y resultó en un flujo negativo de IED. Sin embargo, en 2024, el flujo positivo de 136 millones de dólares estadounidenses refleja una recomposición coyuntural, aunque no necesariamente impulsada por políticas económicas sólidas. Para que esta tendencia se mantenga, es crucial que el país adopte medidas que brinden mayores garantías y seguridad jurídica para atraer nuevos capitales, subraya.
Estabilidad económica
Romero advierte que el impacto de los 136 millones de dólares en IED sobre la estabilidad económica de Bolivia dependerá de cómo se gestione el contexto macroeconómico actual. “Las RIN han caído drásticamente, perdiendo el 90 por ciento de su valor debido a un déficit fiscal que lleva 11 años consecutivos. Además, las principales fuentes de divisas son las exportaciones de YPFB y los créditos externos, lo que no ofrece una estabilidad a largo plazo”, señala.
La IED, junto con las remesas y las exportaciones, es una de las fuentes que nutren las RIN. Si bien la recuperación de la inversión extranjera puede tener un impacto positivo a corto plazo, Romero enfatiza que para que sea sostenible en el mediano y largo plazo se deben implementar reformas estructurales y normativas. Esto incluye revisar varias leyes para garantizar un entorno más favorable a la llegada de capitales e inversiones extranjeras.
Baja la desinversión
Uno de los logros más destacados en el primer semestre de 2024 fue la reducción de la desinversión en un 50,2 por ciento respecto a 2023, impulsada en gran medida por las amortizaciones de créditos intrafirma. Aunque este es un dato alentador, Romero insiste en que se trata de una mejora coyuntural.
El panorama de la inversión extranjera directa en Bolivia sigue condicionado por factores estructurales, como el pago de la deuda externa y las evaluaciones de riesgo país. Bolivia se encuentra en una posición desfavorable en estos indicadores, ocupando sólo un lugar por encima de Venezuela en América Latina.