La ministra del Interior chilena, Carolina Tohá, calificó este martes como "una imprudencia" y un "error grave" los dichos del presidente colombiano, Gustavo Petro, para pedir la liberación del alcalde comunista de la comuna de Recoleta de Santiago de Chile, Daniel Jadue, y recalcó que "no cada vez que algo es malo uno le tiene que echar la culpa a Pinochet".
Petro dijo el lunes en sus redes sociales que Jadue, en prisión preventiva desde hace más de un mes acusado de varios delitos de corrupción, es "preso por la jurisprudencia de Pinochet impuesta a los seres libres", por lo que el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno envió una nota de protesta a Colombia.
En una entrevista a un medio local, criticó que "el presidente (Petro) está mal informado respecto a las características de nuestra institucionalidad, pero además eso no se hace", dijo.
"Un país no se pone a opinar sobre la institucionalidad de otro país democrático de la misma región. Nos parece que es parte de una relación sana, entre naciones, no hace ese tipo de declaraciones", agregó.
El presidente de Colombia lanzó sus declaraciones el mismo día en que se celebró, a petición de la defensa, la audiencia de revisión de medidas cautelares del alcalde, pero el tribunal decidió mantener la máxima y dejarlo en la cárcel por considerarlo "un peligro para la seguridad de la sociedad".
En la mañana, la portavoz del Gobierno de Chile, Camila Vallejo, afirmó que Chile "tiene un Estado de derecho" y "separación de poderes", y recalcó que los cambios en el sistema político chileno "los determina" Chile, "no autoridades de otros países".
Las palabras de Petro ponen en riesgo las buenas relaciones entre los Gobiernos de ambos países y la admiración mutua que ambos presidentes -Petro y el de Chile Gabriel Boric- han expresado varias veces.
La segunda y más reciente visita de Petro a La Moneda en Chile se dio en septiembre del año pasado, en el contexto de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado de Augusto Pinochet.
Jadue, licenciado en arquitectura y sociología de 56 años y de origen árabe, es uno de los principales líderes del comunismo chileno. Disputó las primarias presidenciales de la izquierda contra Boric y, de su mano, el Partido Comunista se instaló en la primera línea de la política chilena.
El político de Chile está judicializado por administración desleal, estafa, cohecho, delito concursal y fraude al fisco. Todo esto en el marco de la gestión de la Asociación Chilena de Municipalidades con Farmacias Populares (Achifarp), ente del que fue presidente.