La provincia argentina de Jujuy (norte), limítrofe con Bolivia y Chile, se convirtió en la cuarta del país suramericano en cobrar los servicios de salud a los extranjeros no residentes, debido a la alta demanda de visitantes temporarios y la falta de reciprocidad del Estado boliviano.
Una ley aprobada por la Legislatura jujeña este miércoles establece el cobro de aranceles en los centros de salud y hospitales públicos provinciales a los extranjeros residentes transitorios y precarios, mediante un seguro de salud en el ámbito local o abonando los servicios, según los valores establecidos por el Instituto de Seguros de Jujuy.
El gobernador provincial, Carlos Sadir, indicó en un comunicado que "por su condición de provincia fronteriza, Jujuy tiene un alto indicador de personas atendidas en su sistema sanitario" y señaló que "se detectaron muchos casos de personas de otros países" que se trasladan a su territorio "para someterse a tratamientos de altos costos programados y que no son de emergencia".
La nueva ley provincial considera que en el caso de emergencia médica que implique riesgo de vida para el paciente, la atención deberá ser garantizada sin quedar supeditada al pago de arancel.
Jujuy intentó firmar un convenio con otros países para establecer un sistema de reciprocidad, de tal forma que los jujeños que cruzasen la frontera tuvieran el mismo trato, pero los legisladores recordaron que en 2019 no se avanzó porque Jujuy "siempre" cumplió con el convenio de reciprocidad, pero Bolivia "jamás cumplió".