Como resultado de las más de tres semanas de conflicto por los bloqueos que dejaron cercado al departamento de Cochabamba, al menos 20 civiles resultaron afectados por los ataques violentos sufridos por los bloqueadores, más de 90 policías fueron heridos y secuestrados, se tomaron cuarteles militares, periodistas fueron agredidos y secuestrados y se contabiliza un centenar de detenidos.
Cochabamba fue el departamento más afectado, las pérdidas económicas son cuantiosas y el país comienza a rearticularse paulatinamente. Además, Bolivia estuvo en la mira de la comunidad internacional y la imagen como país, Gobierno, economía y destino turístico seguros, cayó de una manera preocupante.
El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, en declaraciones a la prensa, advirtió que la imagen del país ahora se encuentra “por los suelos”.
“Nos presentamos ante el mundo con la peor oferta a los inversionistas o agentes que puedan hacer negocios de exportación o importación con Bolivia”, dijo.
Rodríguez estimó que las pérdidas económicas superaron 1.500 millones de dólares en diferentes rubros.
“Evo perdió”
Para el analista político Marcelo Arequipa, el gran perdedor en todo esto fue Evo Morales, “porque ha tenido que retroceder y se ha dado cuenta de la enorme impopularidad que generó su medida de presión, que no fue identificada por la gente como una demanda social o económica, sino más bien como un interés meramente personal”, sostuvo.
Arequipa advirtió que, una vez que pasó todo, la responsabilidad le cayó al Gobierno nacional, que tiene que responder a las principales preocupaciones económicas de la gente.
Por su parte, el analista político Paúl Coca afirma que el país está a la deriva, el caos se apoderó hace tiempo de Bolivia y el principio de autoridad se perdió. “Cada quien hace lo que quiere, se viola constantemente la Constitución Política del Estado (CPE) y estamos demasiado lejos de un Estado que respete y en el que se respeten los derechos y libertades fundamentales”. aseguró.
Consultado sobre las medidas que el Gobierno debería tomar a corto y mediano plazo, Coca afirmó que, a corto plazo se debe llegar en paz hasta diciembre, que se realicen las elecciones judiciales, que haya libre transitabilidad en las carreteras, libre importación de carburantes, realizar medidas urgentes para los dólares y la subida de los precios de los alimentos de la canasta familiar y respeto a la institucionalidad e independencia de los Órganos del Estado.
“A mediano plazo, se debe trabajar para sentar las bases iniciales para el Pacto Fiscal; reducir el déficit fiscal; revisión del padrón electoral para que las elecciones generales 2025 y las subnacionales 2026 se realicen en paz y tranquilidad; generar condiciones para la seguridad jurídica, a efectos de atraer inversión extranjera, y que retorne la inversión boliviana que está en otros países como Paraguay, y, por último, fomentar el emprendedurismo y modificar la política fiscal”, concluyó.