La Justicia rusa condenó este viernes a 16 años de cárcel al periodista estadounidense de The Wall Street Journal, Evan Gershkovich, acusado de espionaje por supuestamente recabar información secreta sobre la industria militar de este país.
Gershkovich, que fue detenido en marzo de 2023 en Yekaterimburgo, capital de los Urales, es el primer reportero estadounidense procesado por espionaje en Rusia desde la Guerra Fría.
Durante la vista judicial que transcurrió en el tribunal regional de Sverdlovsk, la Fiscalía pidió 18 años de prisión en una cárcel de máxima seguridad.
El proceso judicial fue inusualmente rápido, ya que constó de sólo tres vistas, dos de ellas esta misma semana, lo que la prensa ha relacionado directamente con el interés de Washington en acortar los plazos para su futuro canje por un preso ruso.
De hecho, las vistas de de ayer y hoy, adelantadas a petición de la defensa, debían haberse celebrado a mediados de agosto.
Gershkovich, que lleva 477 días entre rejas, no reconoció su culpa y mantiene, al igual que su periódico, que únicamente cumplía con su deber profesional cuando fue detenido en marzo de 2023 en Yekaterimburgo.
El periodista, de 32 años, recibió la misma pena que Paul Whelan, el exmarine estadounidense sentenciado también por espionaje en junio de 2020.
La Embajada de Estados Unidos en Moscú aseguró en X que la Justicia rusa no ha presentado pruebas que justifiquen la detención de su ciudadano y denunció la persecución de la disidencia y el periodismo en Rusia.
"Pese a lo que las autoridades rusas aseguran, Evan es un periodista", señala.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró el miércoles que Moscú tiene "pruebas irrefutables" de las actividades de espionaje de Gershkovich, que fue pillado con "las manos en la masa", según el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
A la vez, confirmó que los servicios especiales de Rusia y Estados Unidos están en contacto para "ver si se puede intercambiar a alguien por alguien".
En diciembre de 2022 la baloncestista estadounidense Brittney Griner fue intercambiada por el 'Mercader de la muerte', el traficante de armas ruso Victor But.
La última detención de un periodista estadounidense por espionaje tuvo lugar en 1986, en plena Perestroika, e implicó a Nicholas Daniloff (US News&World Report), que fue detenido por el KGB y canjeado tres semanas después por un preso soviético.
Gershkovich, hijo de emigrantes soviéticos que se asentaron en Estados Unidos en 1979, fue detenido en Yekaterimburgo en marzo de 2023 cuando realizaba un reportaje para The Wall Street Journal, tras lo cual fue acusado formalmente de espionaje por el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia.
Según la acusación, recopilaba información secreta en la región de Sverdlovsk sobre las actividades de la empresa de defensa JSC NPK Uralvagonzavod, fabricante de tanques, entre otro armamento pesado.
Cochabamba y sus alrededores son hoy y desde hace cinco días el epicentro de una crisis que tiene paralizado a todo un país. Los bloqueos organizados por sectores afines a Evo Morales están afectando a miles de personas que enfrentan un calvario diario en las carreteras. Y mientras los vehículos permanecen inmóviles, sus conductores soportan un tormento sin fin, los pasajeros desesperan por llegar a su destino y los policías son víctimas de agresiones y secuestros por parte de los bloqueadores.
Un avión aterrizó en una playa al borde del río espantando ruidosas bandadas de pájaros; las petas y lagartos de la orilla se sumergieron rápidamente en las aguas. Descendieron militares armados y un grupo de atemorizados civiles maniatados: poco a poco sus ojos reconocieron el verdor de la selva, los recibió su abrazo quieto, ardiente y húmedo; y un coro de ruidosas nubes de mosquitos les zumbaron: bienvenidos al Madidi.
Un avión aterrizó en una playa al borde del río espantando ruidosas bandadas de pájaros; las petas y lagartos de la orilla se sumergieron rápidamente en las aguas. Descendieron militares armados y un grupo de atemorizados civiles maniatados: poco a poco sus ojos reconocieron el verdor de la selva, los recibió su abrazo quieto, ardiente y húmedo; y un coro de ruidosas nubes de mosquitos les zumbaron: bienvenidos al Madidi.
LUPE CAJÍAS
La súbita muerte de Clara López Beltrán (La Paz 1951-2024) dejó un profundo vacío en la historiografía boliviana porque fue una de las académicas mejor formadas y con un amplísimo aporte para conocer y comprender mejor a Bolivia. Fue de los pocos historiadores bolivianos con cátedras en universidades estadounidenses, europeas y latinoamericanas. Fue la única paceña que ganó por sus méritos un puesto en la Universidad de Turín. Ahí enseñó junto a grandes eminencias del conocimiento humanístico.
La súbita muerte de Clara López Beltrán (La Paz 1951-2024) dejó un profundo vacío en la historiografía boliviana porque fue una de las académicas mejor formadas y con un amplísimo aporte para conocer y comprender mejor a Bolivia. Fue de los pocos historiadores bolivianos con cátedras en universidades estadounidenses, europeas y latinoamericanas. Fue la única paceña que ganó por sus méritos un puesto en la Universidad de Turín. Ahí enseñó junto a grandes eminencias del conocimiento humanístico.
GABRIELA CANEDO VÁSQUEZ
A Santiago de Chiquitos, la antesala del cielo, llegó el fuego. Las cifras señalan que ya medio millón de hectáreas fueron arrasadas en distintos puntos del país, pero principalmente en tres municipios de Santa Cruz. Uno de ellos es Roboré, donde el fuego avanzó lamentablemente hacia la reserva del Valle de Tucabaca. La pesadumbre me invade particularmente esta vez, porque hace diez días pude recién conocer un pedacito del sudeste de la Chiquitania que en estos días arde.
A Santiago de Chiquitos, la antesala del cielo, llegó el fuego. Las cifras señalan que ya medio millón de hectáreas fueron arrasadas en distintos puntos del país, pero principalmente en tres municipios de Santa Cruz. Uno de ellos es Roboré, donde el fuego avanzó lamentablemente hacia la reserva del Valle de Tucabaca. La pesadumbre me invade particularmente esta vez, porque hace diez días pude recién conocer un pedacito del sudeste de la Chiquitania que en estos días arde.
El 26 de junio no fue fraude, fue golpe, o al menos una sublevación. A diferencia de lo que ocurrió el 10 de noviembre del 2019 cuando ni un solo soldado pisó la plaza Murillo. En ese entonces Evo Morales, según su propia versión en su libro Volveremos y seremos millones, había decidido renunciar el día anterior antes de que la COB, puntal de ese gobierno, le inste renunciar y antes que el general Kaliman Romero, el comandante en jefe de las FFAA, le sugiriera lo mismo.
El 26 de junio no fue fraude, fue golpe, o al menos una sublevación. A diferencia de lo que ocurrió el 10 de noviembre del 2019 cuando ni un solo soldado pisó la plaza Murillo. En ese entonces Evo Morales, según su propia versión en su libro Volveremos y seremos millones, había decidido renunciar el día anterior antes de que la COB, puntal de ese gobierno, le inste renunciar y antes que el general Kaliman Romero, el comandante en jefe de las FFAA, le sugiriera lo mismo.