Hoy se inaugura la muestra fotográfica la “Guerra del agua”, exhibición conmemorativa a los 25 años del referido acontecimiento histórico.
El Centro de la Revolución Cultural (CRC), dependiente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, en compañía de la Dirección Departamental de Promoción Desarrollo Culturas y Turismo de Cochabamba, la Fundación Abril, Centro di Volontariato Internazionale (CeVI), Plataforma de Acuerdos Público Comunitarios de Las Américas (PAPC), Summergō Lab y activistas sociales llevan adelante esta actividad cultural en la Casa Departamental de las Culturas, ubicada en la plaza 14 de septiembre.
Los organizadores explicaron que la exposición presenta 30 fotografías del archivo fotográfico de este hecho histórico, que muestran la memoria y la lucha de un pueblo movilizado a causa de la intención de privatización del suministro de agua potable, que aumentó considerablemente las tarifas.
Asimismo, anuncian el estreno del documental “Guerra del Agua”, un audiovisual que da a conocer los testimonios y las reflexiones de los protagonistas, líderes sociales y portavoces de la que fue la Coordinadora Departamental de Defensa del Agua y de la Vida, quienes protagonizaron esas jornadas convulsionadas.
La Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia informó que la exposición es el primer paso de un proyecto de mayor magnitud que pretende seguir relatando la historia de esta lucha y otras similares.
Un nuevo hecho de tránsito ocurrido el pasado sábado en la carretera a Tarija, en la zona conocida como el Tojo, dejó luto en las familias y más 40 heridos después de que un bus se embarrancó por causas que aún se investigan.
El siniestro es una muestra más de que los accidentes son un problema apremiante en nuestro medio sin que se tengan planes claros para reducir las lamentables estadísticas que cada año se presentan.
“El horror, el horror”, susurra moribundo el coronel Kurtz con la mirada detenida en algún punto de la jungla. En su rostro, entre el sudor y la sangre, los labios se mueven apenas y los ojos parpadean lentos, agonizantes. El escenario se tiñe con la luz de la luna, el sacrificio de la vaca, los tambores rituales, el zumbido de las moscas.
“El horror, el horror”, susurra moribundo el coronel Kurtz con la mirada detenida en algún punto de la jungla. En su rostro, entre el sudor y la sangre, los labios se mueven apenas y los ojos parpadean lentos, agonizantes. El escenario se tiñe con la luz de la luna, el sacrificio de la vaca, los tambores rituales, el zumbido de las moscas.
RUDDY ORELLANA V.
La política populista es el arte de poner a buen recaudo lo que le corresponde por derecho al ciudadano, una vez en el poder, esos derechos son suministrados a cuenta gotas, entonces el gobierno se convierte en proveedor y buen tipo que ‘soluciona’, sistemáticamente, las necesidades sociales de acuerdo al temple y decisiones que le plazcan tomar al mandamás.
La política populista es el arte de poner a buen recaudo lo que le corresponde por derecho al ciudadano, una vez en el poder, esos derechos son suministrados a cuenta gotas, entonces el gobierno se convierte en proveedor y buen tipo que ‘soluciona’, sistemáticamente, las necesidades sociales de acuerdo al temple y decisiones que le plazcan tomar al mandamás.
Eso de que Bolivia es un país mendigo sentado en un trono de oro hace referencia a la paradoja de la abundancia: los países ricos en recursos naturales, que incluso pueden tener importantes ingresos financieros, no han logrado establecer las bases para su desarrollo y siguen siendo pobres.
Pareciera que el hecho de poseer cuantiosos recursos naturales es una maldición que condena al país a la pobreza.
Eso de que Bolivia es un país mendigo sentado en un trono de oro hace referencia a la paradoja de la abundancia: los países ricos en recursos naturales, que incluso pueden tener importantes ingresos financieros, no han logrado establecer las bases para su desarrollo y siguen siendo pobres.
Pareciera que el hecho de poseer cuantiosos recursos naturales es una maldición que condena al país a la pobreza.
EDWIN CACHO HERRERA SALINAS
La riada del 19 de febrero de 2002 puso al descubierto cuán vulnerable era La Paz ante la naturaleza. Una inédita y feroz granizada, seguida de una torrencial lluvia, dejó alrededor de 60 muertos y una ciudad colapsada. Era, además, el corolario de años de descuido y de poner el maquillaje por delante de las prioridades.
La riada del 19 de febrero de 2002 puso al descubierto cuán vulnerable era La Paz ante la naturaleza. Una inédita y feroz granizada, seguida de una torrencial lluvia, dejó alrededor de 60 muertos y una ciudad colapsada. Era, además, el corolario de años de descuido y de poner el maquillaje por delante de las prioridades.