Con su carisma y autenticidad, Juliana Barrientos demostró que la belleza va más allá de lo físico, destacando, en el Miss Universo 2024, la inteligencia, la ciencia y el trabajo arduo que existen en nuestro país. En una entrevista exclusiva con la Revista OH!, la cochabambina comparte sus experiencias, aprendizajes y planes a futuro, tras lograr el TOP 12 de este certamen de belleza internacional y el premio dorado a mejor proyecto social. En cada respuesta, Juliana refleja ser una mujer agradecida, llena de determinación y pasión.
—Tras tu participación en el Miss Universo, ¿cómo viviste el recibimiento de los bolivianos, especialmente en Santa Cruz y Cochabamba?
—La llegada a Bolivia fue una experiencia maravillosa. Cuando estaba en México, sentía el corazón de todos los bolivianos, sentía ese apoyo. Sabía que yo no estaba sola, que tenía un gran país conmigo y, cuando llegué a Bolivia, sentí todo el cariño y el orgullo de las personas. En Santa Cruz, Promociones Gloria organizó un recibimiento espectacular; ver a tantas personas reunidas para darme la bienvenida me llenó de gratitud. Luego, en mi llajta, la experiencia fue aún más emotiva porque estaba en mi tierra, feliz de sentir el calor cochalo, comer mi comida riquísima y ver los paisajes que enamoran. Estoy feliz y agradecida con toda la gente por su apoyo durante todo el certamen.
—Cuando escuchaste “Bolivia” al ser llamada para el top 12, ¿qué sentiste en ese momento?
—Fue un momento lleno de emociones. Para el top 30, yo estaba muy segura del trabajo que había realizado, sabía que mi entrevista y mi pasarela de traje de baño estuvo espectacular en la preliminar. Para ese top 30 yo podía sentir que había hecho un buen trabajo y que lo merecía y así fue. En ese momento sentí el corazón de todos los bolivianos mirando a través de la pantalla y pasamos al top 12.
Me llamaron de primera. Yo todavía me estaba acomodando cuando escucho “Bolivia”. Mi corazón latía con la gratitud a todos los bolivianos. Podía sentir como un mundial que todos celebraban, incluso fans de México y de otros países como Tailandia y Filipinas. Realmente fue algo maravilloso el haber representado a Bolivia, hacernos notar y sentir y que todos los bolivianos se sientan orgullosos.
En Bolivia tenemos investigación, ciencia y nosotras, las mujeres bolivianas, podemos ser todo lo que nos propongamos y yo tuve esa misión de representar y de demostrar que Bolivia tiene mucho que darle al mundo.
—Tu proyecto social fue galardonado como el mejor del certamen. ¿Qué lo hace tan especial?
—Este proyecto significa muchísimo para mí porque nació de una experiencia personal y de mi formación profesional. Junto con el laboratorio cochabambino Sigma, desarrollamos un gran proyecto, un esmalte de uñas capaz de detectar sustancias químicas nocivas, una herramienta innovadora que puede salvar vidas.
Muchas de las participantes se acercaron para felicitarme por mi proyecto social. Recuerdo que Miss Venezuela me dijo: “Tú mereces este premio porque tu proyecto es maravilloso”. Ahora estamos esperando aprobaciones, que lleguen reactivos y sacar toda la documentación necesaria. Cuando lo tenga listo prácticamente tengo embajadoras en el mundo para el esmalte.
—Después del certamen, viviste un momento muy especial con la propuesta de matrimonio. ¿Qué significa este nuevo inicio para ti?
—La propuesta de Octavio, el hombre que yo amo y que me estuvo apoyando en todo este camino, fue el cierre perfecto. Quizás no hubo corona, pero hubo una anillo de una persona quiero mucho. Estoy feliz porque es una nuevo inicio, una nueva etapa en mi vida.
Antes de entrar al certamen de Miss Cochabamba, yo no modelaba mucho, trabajaba de vez en cuando como modelo, no era una mujer de tacones; andaba con mis chinelas viajando por América y en uno de mis viajes a México, para la boda de unos amigos, conocí a Octavio. Yo regresé a Bolivia, vino a demostrarme que había sentido algo por mí y me pidió que sea su novia de una forma muy romántica.
Me gustó su esencia , su forma de ser, me gustó que a él le gustaba hacerme brillar y, cuando me llegó la propuesta de participar en el Miss Cochabamba, me dijo: “Cumple tu sueño, yo te voy a apoyar, quiero que lo logres”. Y así fue.
Demostramos que no hay tiempo ni espacio que determine el amor. Uno puede solo, pero si a tu lado tienes a una gran persona que también te impulsa, juntos logran más.
—Tu familia fue también una pieza clave en todo este recorrido. ¿Cómo influyen en tu vida?
—Mi padre es una inspiración para mí, el tenerlo a mi lado es sentirme protegida y amada. Me ayudó a brillar y a salir adelante. También mi mamá, una mujer maravillosa. Por ella aprendí dos idiomas de los cinco que hablo y fue mi gran maestra de piano. Ella me inculcó todo este amor por la música. Tengo unos padres maravillosos que desde el día en que llegué con el mensaje de ser Miss ellos abrazaron mi sueño como su sueño y me ayudaron a brillar en cada etapa de este camino.
Los amo mucho, son mi fuente de inspiración, mi fuente de amor. Gracias a ustedes soy la mujer que soy.
—¿Cuál fue el mayor aprendizaje que te dejó tu experiencia en el Miss Universo?
—Sin duda, el mayor aprendizaje fue entender el poder de creer en mí misma y sentirme merecedora de mis logros. Muchas veces, no sentimos que merecemos lograr todo, dudamos de nuestras capacidades o nos conformamos con menos. Eso es algo equivocado, tenemos que sentirnos merecedores de cada logro, cada alegría, merecedores de un amor bonito.
Entonces, la lección más grande que me llevo es que, si yo creo en mí, eso lo reflejo y la vida misma me va a demostrar que yo sí puedo.
Desde que gané el Miss Cochabamba y el Miss Bolivia, todos los días me desperté agradeciendo por lo que logré, por haber creído en mí y por tomar, sobre todo, la decisión de participar porque muchas veces el animarte a salir de tu zona de confort y hacer cosas que aveces nos asustan son las decisiones más grandes y ahí es donde nace la experiencia y al final uno dice: “viví cosas tan increíbles”. Sigo siendo la Juliana que empezó, pero ahora con una vida más vivida y más disfrutada.
Todo en esta vida se logra con trabajo, estudio y preparación. Prepárense para la vida, la educación es la vida misma.
En poco tiempo, Juliana entregará las coronas de Miss Cochabamba y de Miss Bolivia, deseando a sus sucesoras todo el éxito y que crean en sí mismas. “Dios mediante, tengamos muy pronto la corona universal que tanto soñamos los bolivianos”, anhela nuestra Miss Bolivia Universo 2024.