Mas allá de su impacto mediático, el caso Pelicot —cuyo juicio concluyó ayer en Aviñón, Francia, con sentencias de prisión para los 51 condenados por violación a la esposa de uno de ellos— motiva reflexiones acerca de este tipo de sucesos y la manera como la sociedad los percibe.
Unos días atrás, puse en mis redes sociales un meme que, esencialmente, culpaba de las restricciones a la libertad humana al teléfono celular, y sobre ese meme escribí que no, que la culpa es del sistema capitalista. Por supuesto, la reacción no se hizo esperar, los comentaristas señalaron cómo, gracias a ese sistema, tengo un celular, y luego trocando la discusión en una sobre cuál es el país de origen del dichoso aparato y su régimen político.
Unos días atrás, puse en mis redes sociales un meme que, esencialmente, culpaba de las restricciones a la libertad humana al teléfono celular, y sobre ese meme escribí que no, que la culpa es del sistema capitalista. Por supuesto, la reacción no se hizo esperar, los comentaristas señalaron cómo, gracias a ese sistema, tengo un celular, y luego trocando la discusión en una sobre cuál es el país de origen del dichoso aparato y su régimen político.
MARKO QUIROGA BERAZAÍN
Cochabamba muestra un evidente desajuste entre la preservación del patrimonio histórico cultural y la necesidad de recuperar el espacio urbano —en algún caso incluso de centros degradados— en busca de la renovación de su comportamiento funcional, morfológico y de su aporte a la economía local. Esta situación destaca espacialmente una dualidad propia del avance urbanístico: la confrontación entre un pasado histórico y una modernidad comercial, que refleja una franca divergencia entre conservación y desarrollo urbano.
Cochabamba muestra un evidente desajuste entre la preservación del patrimonio histórico cultural y la necesidad de recuperar el espacio urbano —en algún caso incluso de centros degradados— en busca de la renovación de su comportamiento funcional, morfológico y de su aporte a la economía local. Esta situación destaca espacialmente una dualidad propia del avance urbanístico: la confrontación entre un pasado histórico y una modernidad comercial, que refleja una franca divergencia entre conservación y desarrollo urbano.
GARY ANTONIO RODRÍGUEZ
Lo dijo Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos a analista energético; lo dijo Juan Fernando Subirana, especialista en finanzas y analista económico; lo dijo Pablo Vargas, comunicador especializado del rubro agropecuario. Los que saben, saben lo que dicen, y hay que escucharlos, porque, además, es una verdad de Perogrullo: “No hay precio más alto por pagar, que el de un producto que no hay en el mercado”. Por tanto, habrá que extremar esfuerzos para que el diésel nunca falte en el país.
Lo dijo Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos a analista energético; lo dijo Juan Fernando Subirana, especialista en finanzas y analista económico; lo dijo Pablo Vargas, comunicador especializado del rubro agropecuario. Los que saben, saben lo que dicen, y hay que escucharlos, porque, además, es una verdad de Perogrullo: “No hay precio más alto por pagar, que el de un producto que no hay en el mercado”. Por tanto, habrá que extremar esfuerzos para que el diésel nunca falte en el país.
De todas las madres arquetípicas de la literatura moderna, las de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, son quizás las más representativa de la maternidad latinoamericana, al menos, del tipo de maternidad dominante durante el siglo XX. Pilar Ternera, y su poder de leer el destino de los Buendía con un mazo de cartas, vela por hombres descarriados y malditos por su incapacidad de amar.
De todas las madres arquetípicas de la literatura moderna, las de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, son quizás las más representativa de la maternidad latinoamericana, al menos, del tipo de maternidad dominante durante el siglo XX. Pilar Ternera, y su poder de leer el destino de los Buendía con un mazo de cartas, vela por hombres descarriados y malditos por su incapacidad de amar.