“Nunca vi un proceso electoral con tantas trabas y sin seguridad jurídica”. Con estas palabras, el vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Francisco Vargas, de Bolivia, describía el pasado martes el caos que rodea las elecciones judiciales previstas para fin de año. Estos comicios estaban originalmente programados para 2023 pensando en que el relevo de autoridades judiciales ocurriera el primer día de 2024.
Existen palabras con cualidades sempiternas, esas que pareciese que no agotan, que se prueban para explicar todas las circunstancias y a las cuales se le extraen inacabadas extensiones de significación. Son palabras/conceptos de aceptación trascendida, aplicables a campos analíticos diversos, transversales a las especificidades de aquello que puede ser social como político o económico. Crisis, es uno de esos vocablos de asombrosa ductilidad.
Existen palabras con cualidades sempiternas, esas que pareciese que no agotan, que se prueban para explicar todas las circunstancias y a las cuales se le extraen inacabadas extensiones de significación. Son palabras/conceptos de aceptación trascendida, aplicables a campos analíticos diversos, transversales a las especificidades de aquello que puede ser social como político o económico. Crisis, es uno de esos vocablos de asombrosa ductilidad.
IGNACIO VERA DE RADA
El domingo 18 de agosto, promovida por diversas fundaciones y comunidades, financiada por la Unión Europea y la Cooperación Española e impresa por el periódico El Diario, se publicó una separata titulada Elección de altas autoridades del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional Plurinacional, que reunía una semblanza breve de todos los postulantes a jueces, más sus respectivas propuestas para persuadir al votante.
El domingo 18 de agosto, promovida por diversas fundaciones y comunidades, financiada por la Unión Europea y la Cooperación Española e impresa por el periódico El Diario, se publicó una separata titulada Elección de altas autoridades del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional Plurinacional, que reunía una semblanza breve de todos los postulantes a jueces, más sus respectivas propuestas para persuadir al votante.
Durante la última semana, el país respiró un aire de diálogo entre distintos sectores, que se reunieron en diversos escenarios para abordar el malestar económico generado por la falta de ética en la gestión política de la oposición. Sin embargo, estos encuentros no se limitaron a la crítica vacía, sino que buscaron comprometerse con un proyecto político-económico real.
Durante la última semana, el país respiró un aire de diálogo entre distintos sectores, que se reunieron en diversos escenarios para abordar el malestar económico generado por la falta de ética en la gestión política de la oposición. Sin embargo, estos encuentros no se limitaron a la crítica vacía, sino que buscaron comprometerse con un proyecto político-económico real.
ANDRÉS GÓMEZ VELA
“¿Conoces sobre algún hecho de corrupción? ¡Denuncia! (…) Reabrimos la Unidad de Transparencia (…). No te quedes callado porque una universidad transparente es posible”, dice enfática la Rectora de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), María Eugenia García, en un video difundido el pasado 11 de julio.
“¿Conoces sobre algún hecho de corrupción? ¡Denuncia! (…) Reabrimos la Unidad de Transparencia (…). No te quedes callado porque una universidad transparente es posible”, dice enfática la Rectora de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), María Eugenia García, en un video difundido el pasado 11 de julio.