En la vanguardia de la moda contemporánea, Roberto Aranibar presenta su más reciente creación, “Orquidée Noire”, para la temporada otoño-invierno. Con un enfoque en la individualidad y la creatividad, esta colección es un viaje hacia la libertad de expresión en el mundo de la moda.
La paleta de colores cautivadores de “Orquidée Noire” define su esencia. El rojo, en su tono “fiery red”, se convierte en una tendencia esencial, transmitiendo una carga emocional poderosa. El versátil y vibrante “red orange” se adapta a diferentes prendas invernales, creando looks sofisticados o audaces, según el estilo de cada persona.
Los colores naranjas y verdes desempeñan un papel destacado aportando frescura, sociabilidad y naturalidad al guardarropa. Desde el brillante “red orange” hasta el profundo verde aceite deoliva, cada tono en la colección celebra la diversidad.
La colección “Orquidée Noire” no solo es moda, es una declaración de actitud. Roberto Aranibar redefine la sastrería formal contemporánea con cortes, caídas y detalles que desafían las convenciones establecidas. Las siluetas ceñidas en monocromo, principalmente en negro y rojo, expresan poder y pasión, creando un lenguaje visual asertivo y seductor.
“Esta colección es un tributo a la dualidad de nuestra existencia, donde la luz y la sombra, el amor y la fuerza se fusionan en una danza atemporal. Queremos invitar a todos a ser parte de esta celebración de la individualidad y la creatividad, rompiendo las reglas para crear otras nuevas”, comenta.
Con “Orquidée Noire”, Roberto Aranibar ofrece más que moda, una experiencia emocional que invita al público a explorar su propia expresión personal.
Colaboración
Muchas piezas y elementos de la colección “Orquidée Noire” se han realizado en colaboración con jóvenes mujeres emprendedoras y artesanas locales, marcando un camino hacia la inclusión y el apoyo a la comunidad creativa.
Texto: Redacción OH!
Diseños: Roberto Aranibar
Maquillaje y peluquería: Adore
Modelo: Fernanda Requena (Chicas Premier)
Artesanas: Karen Navarro y Marcela Pacheco
Fotografía: Raúl Ramírez