La formación de impresiones se refiere al proceso por el cual se infieren características psicológicas a partir de la conducta, así como otros atributos de la persona observada, y se organizan estas inferencias en una impresión coherente. Es un proceso a través del que inferimos cosas como atributos a lo largo de una impresión.
El tema de la formación de impresiones ha sido muy estudiado en psicología, especialmente desde la psicología social, ya que es un tema de gran relevancia del que podemos observar detalles en nuestro día a día, ya que estamos constantemente generando y formando nuevas impresiones.
Teorías sobre la formación de impresiones
1 Modelo de Asch
Desde el modelo de Asch, al pertenecer a la Gestalt, percibimos como un todo, pero hay rasgos que percibimos que tienen más fuerza sobre la impresión final (rasgos centrales) que los otros (rasgos periféricos). Asch defiende una concepción gestáltica, según la cual los diversos elementos están organizados como un todo, como una Gestalt, de forma que cada rasgo afecta y se ve afectado por todos los demás, generando una impresión dinámica.
No todos tienen el mismo impacto en la formación de impresiones, aunque estén relacionados entre sí. Hay algunos que sirven como elementos aglutinadores de la impresión: rasgos centrales; al resto los llamó rasgos periféricos. Hizo un experimento donde dio a sus alumnos dos listas de adjetivos y les pidió una descripción de alguien con esos rasgos. Había una diferencia entre las dos listas: una contenía el rasgo “afectuoso” y la otra “fría”. Las redacciones de los alumnos eran diferentes, por lo que concluyó que ese rasgo era central y los otros periféricos, porque hacía cambiar la impresión final.
2 Modelos de combinación lineal de Salomón
Desde esta teoría de formación de impresiones, Salomón dice que la impresión se forma sumando y promediando. Los elementos informativos no cambian de significado, sino que se combinan entre sí, se suman, se promedian o se multiplican, de tal manera que la impresión resultante es fruto de la combinación aditiva de algunas propiedades estímulos. El valor de cada rasgo es independiente del valor de los demás. Es álgebra.
Hay dos modelos:
Modelo suma: dice que la impresión es la suma de las cualidades. La formación de impresiones se realizaría a través de la suma de nuestra puntuación subjetiva hacia ciertos rasgos.
Modelo promedio: dice que sólo la suma no, que cuando percibimos, promediamos, la media de todos los adjetivos que presentemos; no es cuestión de cantidad sino de calidad. La formación de impresiones se realizaría a través del promedio de nuestra puntuación subjetiva hacia ciertos rasgos.
3 Modelo de Fiske y Neuberg
Estos autores dicen que ni el modelo de suma ni el de promedio son los que utilizamos en la formación de impresiones, sino que los dos tienen razón: unas veces usamos uno y otras veces otro. Consiste en un modelo secuencial de formación de impresiones, siguiendo una secuencia lineal en la que vemos pasando etapas:
Primero, categorización inicial: veo, percibo y hago una categorización automática. Si esa persona carece de interés para nosotros, ahí se acaba el proceso, pero si estoy interesado, sigo.
Segundo, confirmación de categorización: prestar atención y registrar nueva información. Me permite confirmar lo primero que pensé. Si no confirmo, tengo que recategorizar.
Por último, recategorizar: vamos a pensar ya en la persona y no en la categoría, individualizo a la persona, aunque solamente si estoy interesado en ella.
Integración: integramos “pieza a pieza” nuestras impresiones y la información que recogemos habiendo individualizado a la persona y dejando atrás la categoría, aunque ésta seguirá influyendo en mi comportamiento.