En un mensaje de una hora desde la Casa de la Libertad, en Sucre, el presidente Luis Arce anunció, entre otros asuntos, la convocatoria a referéndum sobre tres temas: la eliminación de la subvención a los hidrocarburos, los escaños parlamentarios y aclarar la reelección continua y discontinua. Estas consultas se las llevaría a cabo de forma paralela a las elecciones judiciales.
El anuncio es poco menos que patear el tablero. Los tres temas son de necesidad de debate urgente, pero que pueden poner en riesgo la popularidad de cualquier mandatario, pues algunas son demandas radicales y hasta impopulares, y otras han sido propuestas por expertos críticos a su política. Sin embargo, Arce opta por una salida astuta, una buena jugada: un referéndum que lo liberaría a él de la responsabilidad, pues, tras las votaciones, puede alegar perfectamente que las medidas fueron atendidas sobre la base de una demanda popular, además de que las peticiones contarían con legitimidad total para ejecutarlas. Por si fuera poco, Arce se da a sí mismo la oportunidad de aparecer como un presidente que escucha a su pueblo.
En el primer tema, los expertos han calculado que las subvenciones de combustibles oscilan entre 1.500 y 2.000 millones de dólares anuales, lo que, si bien contribuye a frenar la inflación, representa una enorme carga para el Estado. Además, buena parte de estos combustibles subvencionados, pese a los controles y sanciones, son permanentemente desviados al contrabando y otras actividades ilícitas. La propuesta de los expertos fue eliminar gradualmente este beneficio, sin causar traumas.
En el segundo tema están los escaños parlamentarios para definir una reforma del artículo 146 de la CPE, que a la fecha define la distribución de la ALP con 36 senadores y 130 diputados, y que se salen de los departamentos y circunscripciones de acuerdo a la población y vivienda definidos por el censo del INE. Y aunque no está muy clara la nueva propuesta, en palabras de Arce, el objetivo es evitar que el censo sea utilizado con fines políticos.
Finalmente, la tercera pregunta tendría que ver con la reelección continua o discontinua de presidente y vicepresidente del Estado, establecida en el artículo 168 de la CPE. Si bien Arce ha negado que esta pregunta tenga algún interés político, está claro que uno de los primeros afectados será el expresidente Evo Morales, quien ha repostulado al menos tres veces a la silla presidencial y pretende volver a hacerlo. Su retorno quedaría en tela de juicio si la población, mediante referéndum, deja las reglas explícitas. Una vez más, no sería Arce, sino la población quien decida esto. De hecho, la oposición a una reelección permanente está más que abonada. De allí que el referéndum sea una buena jugada, una patada de tablero.