“Nunca vi un proceso electoral con tantas trabas y sin seguridad jurídica”. Con estas palabras, el vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Francisco Vargas, de Bolivia, describía el pasado martes el caos que rodea las elecciones judiciales previstas para fin de año. Estos comicios estaban originalmente programados para 2023 pensando en que el relevo de autoridades judiciales ocurriera el primer día de 2024.
Existen muchos esfuerzos y grandes ideas en los proyectos de desarrollo. Muchos de estos proyectos se realizan a pequeña escala en lugares específicos y por un tiempo definido. Después de esta gran iniciativa y arduo trabajo, el proyecto termina su financiamiento y el desarrollo logrado se pierde. ¿Por qué ocurre esto y cómo se podría lograr que las prácticas se queden?
Existen muchos esfuerzos y grandes ideas en los proyectos de desarrollo. Muchos de estos proyectos se realizan a pequeña escala en lugares específicos y por un tiempo definido. Después de esta gran iniciativa y arduo trabajo, el proyecto termina su financiamiento y el desarrollo logrado se pierde. ¿Por qué ocurre esto y cómo se podría lograr que las prácticas se queden?
El anteproyecto de ley “Lo ajeno no se toca” pretende endurecer las sanciones contra los delitos contra la propiedad, pero plantea preocupaciones significativas sobre la justicia y los derechos humanos en Bolivia.
El anteproyecto de ley “Lo ajeno no se toca” pretende endurecer las sanciones contra los delitos contra la propiedad, pero plantea preocupaciones significativas sobre la justicia y los derechos humanos en Bolivia.
MAGGY TALAVERA
Tienen 14 y 12 años. Son hermanos. Ella, muy delgada, casi solo piel sobre los huesos. Él, con más carnecita entre la piel y los huesos. Están lejos de ese lugar sombrío al que se le llama casa. “Una casa disparatada” que “no tiene techo, no tiene nada”, como se escucha cantar a niños que sí tienen casas. Una casa disparatada que no tiene nada, pero en la que aun sobreviven quienes trajeron a ese par de hermanitos a este mundo.
Tienen 14 y 12 años. Son hermanos. Ella, muy delgada, casi solo piel sobre los huesos. Él, con más carnecita entre la piel y los huesos. Están lejos de ese lugar sombrío al que se le llama casa. “Una casa disparatada” que “no tiene techo, no tiene nada”, como se escucha cantar a niños que sí tienen casas. Una casa disparatada que no tiene nada, pero en la que aun sobreviven quienes trajeron a ese par de hermanitos a este mundo.
1.- Los líderes tradicionales de la oposición antimasista no tienen incentivo alguno para jubilarse. Su vigencia no depende de los porcentajes de respaldo electoral, sino de su largo recorrido. Ellos están ahí para contar: “ya lo dijimos en 2005 y nadie nos hizo caso”. Están ahí para elaborar el museo de resistencia que venció el 21F y en 2019, pero que fue aplastada cuando el edificio de Áñez se desmoronó sobre sus espaldas.
1.- Los líderes tradicionales de la oposición antimasista no tienen incentivo alguno para jubilarse. Su vigencia no depende de los porcentajes de respaldo electoral, sino de su largo recorrido. Ellos están ahí para contar: “ya lo dijimos en 2005 y nadie nos hizo caso”. Están ahí para elaborar el museo de resistencia que venció el 21F y en 2019, pero que fue aplastada cuando el edificio de Áñez se desmoronó sobre sus espaldas.