El Ejército de Israel llevó a cabo ayer una intensa campaña de bombardeos contra varias localizaciones en el sur del Líbano, donde murieron casi una veintena de personas y más de un centenar resultaron heridas, y volvió a cargar contra la misión de la ONU (Finul) en el país.
Aviones de combate israelíes lanzaron más de una decena de ataques consecutivos contra la localidad de Nabatieh, en el sur del Líbano, que acabaron con la vida de 16 personas y dejaron 52 heridos, informó el Ministerio de Salud Pública libanés en una escueta nota en su cuenta oficial de X.
Entre los fallecidos se encuentra el alcalde de la ciudad, así como un miembro del ayuntamiento y otros pertenecientes al comité de crisis de la localidad, una de las más castigadas por los bombardeos israelíes, según dijo a EFE una fuente de la Islamic Risala Scout Association sobre el terreno.
Líbano pide auxilio
Por ello, el primer ministro libanés, Najib Mikati, advirtió que su Gobierno “no puede proporcionar por sí solo las necesidades básicas” de la población, e insistió en que la asistencia humanitaria de países, organizaciones internacionales y agencias de Naciones Unidas es “de suma importancia”.
El jefe del Ejecutivo libanés recordó que el país “está sometido a una agresión continua, en una clara violación del derecho internacional humanitario” y que, hasta la fecha, al menos 2.367 personas han muerto y otras 11.088 han resultado heridas.
Ayer, Israel lanzó contra el Líbano 138 ataques, cifra que situó en 10.150 ataques desde el inicio del conflicto.