Cientos de devotos llegaron de rodillas a los pies de la mamita de Urkupiña después de una larga peregrinación que recorren desde el Calvario hasta el templo de San Ildefonso, donde está la sagrada imagen.
Los danzarines bailan por fe y para agradecer por las bendiciones recibidas. Muchos llegan visiblemente emocionados y derraman lágrimas por el sentimiento que experimentan al llegar a los pies de la mamita.
Este año participan en la peregrinación al menos 81 fraternidades con 70 mil danzarines.
Leyenda
La historia de la pastorcita es la que más se ha extendido y cuenta que hace más de 500 años, en el siglo XVII, una niña que llevaba a sus ovejas se encontró con una mujer que llevaba a un niño en su regazo y con quien conversaba.
Encantada con la belleza y sencillez de la mujer divulgó su encuentro con su familia y la noticia se extendió a toda la comunidad.
Intrigados acudieron a cerciorarse que la mamita y el niño estaban donde decía la pastorcita, en dos vertientes en medio del paisaje árido y seco. Pero, la misteriosa mujer ya no estaba. Sin embargo, la niña señalaba que estaba en el cerro.
“Qhaqaypi kashan orkopiña” que significa “ya está en el cerro” (urku= cerro y piña= ya está.
La multitud logró ver que la imagen se perdía en el bosque de algarrobos y dando origen a la historia del milagro en el cerro de Cota.