Al cumplirse el quinto día de bloqueo en las carreteras que conectan a Cochabamba con el interior y exterior del país, la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC) se declara en estado de emergencia, debido al daño irreversible que genera la interrupción al libre tránsito en el departamento, provocando una afectación económica al aparato productivo y de servicios de la región que asciende a 407 millones de bolivianos.
"Condenamos la falta de voluntad política de las autoridades llamadas por ley para liberar las carreteras en Cochabamba, como asimismo la intransigencia de quienes atentan contra la libertad de circulación", dijo el presidente de la FEPC, Luis Laredo.
La autoridad indicó que rechazan rotundamente las actitudes de ambos sectores que han llevado a un crecimiento y dilatación innecesario del conflicto con una escalada de violencia que agrava la delicada situación económica que atraviesan las regiones, y por lo tanto pone en riesgo el futuro del país.
"Denunciamos públicamente que los ciudadanos y el sector privado formalmente establecido de Cochabamba han sido secuestrados y aislados del resto del país por los actores anteriormente mencionados, que no han sido capaces de encontrar una salida pacífica al conflicto que ya desangra la economía boliviana", agregó.
Lamentó que todos los cochabambinos tengan que padecer un cerco al departamento, generando un desabastecimiento de productos de primera necesidad, el encarecimiento de la canasta básica de alimentos, la escasez de combustible, afectando las fuentes de empleo, y también la continuidad de las empresas formalmente establecidas.
Por lo tanto, exigió el diálogo inmediato y el consenso, deponiendo actitudes radicales, enmarcados en la Constitución Política del Estado y leyes complementarias por el bien de Cochabamba y todos los bolivianos.