El sector productivo de Bolivia necesita, por año, unos 7.408 millones de dólares para abastecerse de productos extranjeros y seguir operando, de acuerdo con una estimación de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba (FEPC).
El presidente de la institución, Luis Laredo, dice que, según el Sistema Integrado de Información Productiva (SIIP), la estructura de la producción en Bolivia se caracteriza por un elevado peso del sector comercio y mineral y una baja presencia del sector industrial (9,2 por ciento).
“Suponiendo que el sector servicios tiene una menor dependencia de las importaciones que el industrial, y que éste necesita importar el 50 por ciento de sus insumos, se puede estimar la proporción de las importaciones que corresponden al sector productivo. Por lo tanto, el sector productivo de Bolivia necesita unos 7.408 millones de dólares para abastecerse de productos extranjeros y seguir operando”, enfatiza.
El presidente de los empresarios cochabambinos indica que, en el caso específico del sector importador, de acuerdo con datos recopilados y disponibles por fuentes oficiales, se estima que requiere 1.221 millones de dólares por año para realizar compras en el exterior y traerlas al país.
Escasez de dólares
Laredo señala que la situación económica en Bolivia refleja una escasez de dólares que afecta directamente al sector importador, incluyendo a la industria farmacéutica, que alertó sobre las dificultades que tiene para pagar a sus proveedores en el exterior por la falta de la divisa estadounidense.
“Con reservas internacionales estimadas en alrededor de 340 millones de dólares, insuficientes para cubrir un mes de importaciones de bienes del extranjero, el país enfrenta desafíos significativos para satisfacer las demandas del sector empresarial, especialmente en áreas críticas como la salud”, agrega.
En 2023, las importaciones de Bolivia superaron a las exportaciones en 585 millones de dólares, cuyo panorama agrava la falta de divisas. La industria de hidrocarburos en crisis y la necesidad de importar carburantes por más de 3 mil millones de dólares anuales han contribuido a este desequilibrio, sostiene.
El presidente de la FEPC hizo referencia también a la devaluación del dólar en el mercado paralelo, cuya cotización, actualmente, está por encima de los 8 bolivianos, aspecto que complica aún más la situación para los importadores, que se ven obligados a pagar comisiones significativas, entre el 15 y el 25 por ciento, debido a las restricciones bancarias para adquirir dólares a un tipo de cambio mayor que el oficial.
Para Laredo, el Gobierno boliviano se encuentra en una encrucijada, ya que la escasez de divisas impacta no sólo en el suministro de medicamentos, sino también en otros sectores empresariales. “A pesar de que la inflación se mantiene baja, en torno al 3 por ciento anual, las medidas para abordar la falta de dólares son cruciales para garantizar la estabilidad económica y el aprovisionamiento necesario para el país”, considera.
Manifiesta que la búsqueda de soluciones, como la compra de oro a mineros, demuestra los esfuerzos del Gobierno para mejorar las reservas, pero la incertidumbre persiste, y algunos analistas predicen una devaluación del 30 por ciento para el dólar hacia fines de 2024.
Devaluación
En criterio del presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, el peso boliviano tuvo una devaluación cercana al 30 por ciento, considerando que el tipo de cambio oficial de venta es de 6,96 bolivianos, pero el dólar se compra en el mercado negro hasta en un precio máximo de 9 bolivianos la unidad.
Afirma que esta situación es el resultado de una inadecuada medida del Banco Central de Bolivia (BCB) de querer comprar dólares de los exportadores con un precio diferenciado en febrero del año pasado, una balanza comercial negativa, la caída de la inversión extranjera, menos accesibilidad a créditos externos y un gasto público elevado.
Actualmente, según el presidente de los economistas tarijeño, hay varios mercados del dólar estadounidense en el país:
-El dólar oficial del BCB, con un tipo de cambio de compra de 6,86 bolivianos y venta de 6,96 bolivianos, que no se modifica desde 2011. Este es el menos usado debido a su escasez en el sistema financiero nacional.
-El dólar librecambista, uno de los más antiguos, que a pesar de que ofrece la divisa al tipo de cambio oficial, sus transacciones se manejan bajo la ley de la oferta y demanda; por ahora, la venta está por encima de los 8 bolivianos.
-El dólar fronterizo, usado por quienes realizan transacciones económicas y comerciales en las fronteras del país; se cotiza por encima de los 8 bolivianos.
-El dólar mayorista, ofertado por diversas personas, familias u empresas que se dedican a la compra y venta de dólares. Su precio oscila entre los 7,50 a 8,50 bolivianos por unidad. El precio de venta varía de acuerdo con la cantidad de dólares requeridos, es usado por los importadores, por ejemplo.
-El dólar minorista, aquel que es vendido en pequeñas cantidades, demando sobre todo por el ciudadano de a pie, quien requiere para ahorrar, pagar anticréticos, comprar activos u otros fines.