La tensión por la escalada en los precios del arroz se ha vuelto una constante en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Tarija, donde amas de casa y otros ciudadanos se ven obligados a madrugar para asegurar su porción del grano en las tiendas de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa). A las 5:00, las filas ya serpentean en las inmediaciones de los puntos de venta, un reflejo de la creciente demanda y la incertidumbre que sacude al mercado.
En la tienda de Emapa ubicada en la avenida Camacho, La Paz, la escena se repite: desde 5;00, personas de todas las edades esperan pacientemente para adquirir una arroba de arroz a 50,5 bolivianos. Este precio, significativamente más bajo que los 100 bolivianos que se cobran en los puestos de abarrotes por una arroba del mismo producto, ha generado un aumento en la afluencia de compradores.
El panorama es similar en otros puntos de venta de Emapa en la sede de Gobierno. En la tienda de la avenida Mariscal Santa Cruz, el arroz se agotó rápidamente debido a la gran demanda. Aquí, al igual que en la tienda cercana al Mercado Rodríguez, los compradores que llegan desde temprano se aseguran un lugar en la fila, pero sólo aquellos que logran anotarse antes de las 8:30 son atendidos.
La situación no es diferente en Cochabamba. La principal tienda de Emapa, ubicada en la calle Hamiraya, lo mismo que la agencia de la zona sur, también enfrentan una demanda elevada, con largas filas de personas que buscan aprovechar el precio reducido del arroz. La diferencia de precios en el mercado local es evidente: mientras Emapa ofrece la arroba a 50,5 bolivianos, los abarrotes venden el mismo producto hasta en 104 bolivianos.
Algo similar ocurre en otras ciudades del país, como en Tarija, donde el kilo de arroz subió de 4 bolivianos hasta 11 bolivianos. En las tiendas de Emapa ,el producto se agotó y esperan que llegue un nuevo stock.
En Yacuiba también se registran largas filas en la tienda de la estatal Emapa.
Revendedores
El gerente general de Emapa, Franklin Flores, ha denunciado que al menos el 40 por ciento de los compradores en las tiendas de la estatal son intermediarios que adquieren el arroz a precios subsidiados para luego revenderlo a precios elevados. “Nosotros estamos tomando acciones y medidas, un control al respecto, en aplicación en huellas digitales, aplicación de cámaras en las tiendas de afuera, vamos a ser más rigurosos en ese aspecto”, afirmó Flores, subrayando la necesidad de evitar la especulación en un contexto de alta demanda.
Estos intermediarios han encontrado formas de sortear los controles y adquirir el arroz en grandes volúmenes, exacerbando la escasez para los consumidores finales, quienes deben enfrentar filas interminables y, en muchos casos, regresar a casa con las manos vacías.
La disparidad en los precios refleja una crisis de acceso que afecta directamente a las familias bolivianas, especialmente en un contexto de incertidumbre económica. Mientras Emapa busca reforzar sus controles para evitar que los intermediarios acaparen el producto, las amas de casa y la población en general siguen sufriendo las consecuencias de la especulación y la falta de regulación efectiva en el mercado de alimentos básicos en Bolivia.
Reservas de arroz y maíz llegan a 372.930 toneladas
La Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) ha consolidado sus reservas estratégicas de arroz y maíz, alcanzando un total de 372.930 toneladas para garantizar la seguridad alimentaria en Bolivia, informó su gerente, Franklin Flores. Este volumen acumulado es clave para enfrentar emergencias como sequías o incrementos abruptos en los precios de los alimentos básicos.
Flores destacó que en 2024 se acopiaron 76.930 toneladas de arroz, el mayor volumen registrado en la última década. Este incremento contrasta con los niveles de acopio de años anteriores, como 2020 y 2021, cuando apenas se almacenaron 40 mil y 42 mil toneladas, respectivamente.
En cuanto al maíz, la estatal acumuló en 2023 un total de 296 mil toneladas, de las cuales ya se entregaron casi 60 mil al sector pecuario, asegurando la disponibilidad de este grano esencial para la producción de carne de pollo y cerdo. Emapa tiene como objetivo estabilizar los precios de estos productos en el mercado interno ante posibles crisis.
Además, Emapa tiene previsto distribuir 2,4 millones de quintales de trigo al sector panificador este año para mantener el precio del pan.