La Audiencia Nacional española ha condenado a 85 años de prisión a la miembro de la banda terrorista ETA Ana Belén Egües, alias Dolores, después de que reconociese en el juicio su implicación en el atentado perpetrado en el año 2000 en Madrid que dejó once heridos, siete de ellos graves.
La Fiscalía rebajó de los 121 años de prisión que pedía inicialmente para la acusada, que cumple condena en el País Vasco por otro atentado, a 85 años, castigo que finalmente le ha impuesto la sección cuarta de lo Penal en una sentencia de conformidad.
En su resolución, el tribunal considera a la acusada responsable de un delito de estragos terroristas y de siete de asesinato en grado de tentativa.
Se ha acreditado, según la Sala, su vinculación con el comando Buruahuste de ETA, que operaba en Madrid en la época de los hechos juzgados, y su participación concreta en la colocación y detonación de una bomba instalada en un vehículo, previamente robado, que estalló en la calle Platerías de Madrid el 8 de agosto de 2000 cargado de dinamita que Egües había trasladado a un piso franco en Salamanca.
"Sí, reconozco los hechos tal y como se recogen", aseveró Egües en el juicio celebrado la semana pasada.
Ana Belén Egües ya fue condenada en 2014 a 126 años de cárcel por el asesinato del teniente coronel Pedro Antonio Blanco, en enero de 2000, que escenificó el fin de la tregua decretada por ETA en 1998.
Además, cumple condena -desde 2022 en una prisión del País Vasco- por el atentado con coche bomba cometido en noviembre de 2001 también en Madrid en el que resultaron heridas 95 personas.