El Ejército sirio afirmó este lunes estar preparándose para un contraataque tras la ofensiva del grupo islamista Organismo de Liberación del Levante que desde el miércoles pasado ha ocupado amplias áreas en las provincias de Alepo e Idlib.
"Nuestras fuerzas empezaron a moverse en varios ejes en las zonas rurales de Alepo, Hama e Idlib para rodear a los terroristas, expulsarlos de las zonas en las que entraron, cercarlos completamente e instalar nuevos puntos de concentración para preparar el próximo ataque" aseguró un comunicado de las Fuerzas Armadas sirias.
Además, los militares oficialistas dijeron, en cooperación con "las fuerzas rusas amigas", haber acabado con "400 terroristas" de diferentes nacionalidades en bombardeos lanzados en las últimas 24 horas.
Esa cifra no coincide con la reportada hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización humanitaria que tiene una amplia red de colaboradores sobre el terreno tanto en áreas oficialistas como rebeldes, que cifró en 446 personas el número de muertos de todas las partes desde el inicio de la ofensiva.
Los bombardeos y los ataques de artillería perpetrados por Siria y Rusia fueron dirigidas contra "sitios terroristas, almacenes y líneas de suministro" en las zonas rurales de Alepo e Idlib, lo que provocó la destrucción de cinco cuarteles y siete almacenes de munición, varios depósitos de armas y drones, afirmaron los militares sirios, según la nota.
"La Comandancia General del Ejército y de las Fuerzas Armadas confirma la disposición de los hombres del Ejército Árabe Sirio y su determinación de continuar desempeñando sus tareas a gran ritmo y con gran entusiasmo hasta la restauración de cada centímetro puro que ha sido contaminado por el terrorismo", añadieron.
Los insurgentes han llegado a tomar la totalidad de la provincia de Idlib, la que es su bastión en Siria, y gran parte de la ciudad de Alepo, la segunda más grande del país.