Ayer, 20 de noviembre, se celebró el Día Mundial de la Infancia. Los motivos de esa conmemoración tendrían que motivar una serena reflexión acerca del impacto futuro de nuestras interacciones con los niños.
En una conferencia de prensa en junio del presente año, el presidente Arce declaro: “Nuestro modelo económico es un modelo redistribuidor”. Está claro que para Arce esa es la finalidad de su modelo económico, su razón de ser. Habría que hacerle recuerdo al señor presidente que no se puede redistribuir el excedente si éste no existe, y éste no puede existir si no se lo produce primero; sin producción no hay redistribución.
En una conferencia de prensa en junio del presente año, el presidente Arce declaro: “Nuestro modelo económico es un modelo redistribuidor”. Está claro que para Arce esa es la finalidad de su modelo económico, su razón de ser. Habría que hacerle recuerdo al señor presidente que no se puede redistribuir el excedente si éste no existe, y éste no puede existir si no se lo produce primero; sin producción no hay redistribución.
El año 1949 George Orwell escribió la famosa novela titulada “1984”, infundido en los tormentos y persecución política que sufrió durante los regímenes de Hitler y Stalin. Es una obra distópica (antiutópica) que traza la forma “infeliz” en la que se viviría a partir del año 1984, mostrando la apabullante estructura de poder y los horrores que son impuestos a los ciudadanos por una dictadura que utiliza los métodos más abominables que puedan ser concebidos.
El año 1949 George Orwell escribió la famosa novela titulada “1984”, infundido en los tormentos y persecución política que sufrió durante los regímenes de Hitler y Stalin. Es una obra distópica (antiutópica) que traza la forma “infeliz” en la que se viviría a partir del año 1984, mostrando la apabullante estructura de poder y los horrores que son impuestos a los ciudadanos por una dictadura que utiliza los métodos más abominables que puedan ser concebidos.
JAVIER VISCARRA VALDIVIA
Hace unos días, Héctor Arce Zaconeta, representante de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), intentó justificar la ausencia de nuestro país en una reunión clave del Consejo Permanente. Durante ese encuentro, se aprobó una resolución que instaba al gobierno venezolano a publicar las actas de las elecciones del pasado 28 de julio.
Hace unos días, Héctor Arce Zaconeta, representante de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), intentó justificar la ausencia de nuestro país en una reunión clave del Consejo Permanente. Durante ese encuentro, se aprobó una resolución que instaba al gobierno venezolano a publicar las actas de las elecciones del pasado 28 de julio.
En Bolivia comenzó una tragicomedia en 2006, cuando el MAS llegó al poder, bajo un guion provocador de cuantos estados emocionales existen: asombro, ilusión, confusión, decepción, frustración y, como en Las Vegas, esa gran comedia negra, asco y miedo también. En un ritual creativo y colorido de origen desconocido, con momentos secretos de los cuales se habla bajo, el jefazo fue coronado en Tiahuanaco ataviado con brilloso tipoy y sombrero de tres picos reclamando sus cascabeles.
En Bolivia comenzó una tragicomedia en 2006, cuando el MAS llegó al poder, bajo un guion provocador de cuantos estados emocionales existen: asombro, ilusión, confusión, decepción, frustración y, como en Las Vegas, esa gran comedia negra, asco y miedo también. En un ritual creativo y colorido de origen desconocido, con momentos secretos de los cuales se habla bajo, el jefazo fue coronado en Tiahuanaco ataviado con brilloso tipoy y sombrero de tres picos reclamando sus cascabeles.