El jefe de bancada del MAS en la Cámara de Diputados, el arcista Jerges Mercado, presentó este miércoles un proyecto de ley para las elecciones judiciales, el mismo que elimina los artículos que fueron declarados inconstitucionales por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).
Según Mercado, este proyecto de ley "garantiza" que se pueda preseleccionar a los mejores hombres y mujeres en la Asamblea Legislativa Plurinacional y, a su vez, no se vulnere las garantías establecidas en la Constitución Política del Estado.
En una conferencia de prensa que contó con la compañía de asambleístas de su bloque del MAS, el diputado señaló que se eliminaron artículos de que fueron declarados inconstitucionales por el TCP, como el que prohibía a las actuales autoridades judiciales a postularse a otra institución del Órgano Judicial y el que inhabilitaba a postulantes que hubiesen emitido, con anterioridad, posiciones políticas de forma pública.
Mercado garantizó que este proyecto de ley respeta a la Constitución Política del Estado y a las demás leyes vigentes en el país.
En el proyecto de ley se prevé que las elecciones judiciales se desarrollen en un plazo que va desde cinco a seis meses.
Las elecciones judiciales debían realizarse en 2023, pero cuestionamientos a las leyes de convocatoria y al reglamento impulsaron la presentación de recursos de inconstitucionalidad ante el TCP, instancia que emitió su fallo a fines del año pasado, lo que imposibilitó que los comicios se realicen el año pasado.
“Fue el primero en la lucha marcial” es uno de lo versos que destacan en el Himno a Cochabamba y que buscan reflejar el don de liderazgo de esta región, que hoy celebra 214 años del grito revolucionario de la Villa de Oropesa.
Son incontables las veces en que el poder político u otro lanzó insultos o denigró a periodistas con calificativos como “delincuentes”, “mentirosos”, “golpistas”, “vuvuzelas”, “pollos de granja” y muchos otros. También a los medios los califica como “desestabilizadores”, “políticos”, “cártel de la mentira”, “pititas” y demás.
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HUMBERTO VACAFLOR GANAM
carlos Romero, exministro de Gobierno en el gobierno del cocalero Morales, dice que Bolivia está viviendo ahora la más grande corrupción de su historia.
Los trabajadores despedidos del Banco Fassil podrán cobrar sus salarios y sus beneficios sociales sólo si se venden, cuando se vendan, los bienes inmuebles que figuran en el patrimonio del banco.
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Unos días atrás, puse en mis redes sociales un meme que, esencialmente, culpaba de las restricciones a la libertad humana al teléfono celular, y sobre ese meme escribí que no, que la culpa es del sistema capitalista. Por supuesto, la reacción no se hizo esperar, los comentaristas señalaron cómo, gracias a ese sistema, tengo un celular, y luego trocando la discusión en una sobre cuál es el país de origen del dichoso aparato y su régimen político.
Unos días atrás, puse en mis redes sociales un meme que, esencialmente, culpaba de las restricciones a la libertad humana al teléfono celular, y sobre ese meme escribí que no, que la culpa es del sistema capitalista. Por supuesto, la reacción no se hizo esperar, los comentaristas señalaron cómo, gracias a ese sistema, tengo un celular, y luego trocando la discusión en una sobre cuál es el país de origen del dichoso aparato y su régimen político.
MARKO QUIROGA BERAZAÍN
Cochabamba muestra un evidente desajuste entre la preservación del patrimonio histórico cultural y la necesidad de recuperar el espacio urbano —en algún caso incluso de centros degradados— en busca de la renovación de su comportamiento funcional, morfológico y de su aporte a la economía local. Esta situación destaca espacialmente una dualidad propia del avance urbanístico: la confrontación entre un pasado histórico y una modernidad comercial, que refleja una franca divergencia entre conservación y desarrollo urbano.
Cochabamba muestra un evidente desajuste entre la preservación del patrimonio histórico cultural y la necesidad de recuperar el espacio urbano —en algún caso incluso de centros degradados— en busca de la renovación de su comportamiento funcional, morfológico y de su aporte a la economía local. Esta situación destaca espacialmente una dualidad propia del avance urbanístico: la confrontación entre un pasado histórico y una modernidad comercial, que refleja una franca divergencia entre conservación y desarrollo urbano.