Después de que el Gobierno instruyera a las entidades del sector público aplicar una política de austeridad, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, negó que el país este en crisis y señaló que el plan es para “optimizar” los recursos en la administración pública.
El Ministro aseguró que con la medida se ahorrarán 1.100 millones de bolivianos, lo que representa entre un 12 y un 15 por ciento en los ítems donde se pidió bajar gastos.
Para Montenegro, el Gobierno está tomando el camino correcto para generar ahorros estructurales, con la industrialización, y optimizar recursos, mediante el plan de austeridad.
“Queda claro que es la manera correcta de generar ahorros estructurales para la economía, pero yendo a la optimización que ocurre también en los hogares cuando pides no dejar un foco prendido o que no choree agua”, indicó.
Montenegro reiteró que no hay crisis económica y recordó que en 2023 el país creció cerca al 3 por ciento y la tasa de inflación (2,1 por ciento) es una de las más bajas de la región.
“No estamos en crisis. Dentro del plan de ahorro del Gobierno está nuestra política de sustitución de importaciones y nuestras plantas van a generar ahorro”, garantizó.
Sobre los recursos que se ahorrarán con la “optimización”, dijo que serán para la inversión pública o la redistribución de ingresos.
Remarcó que el plan de austeridad se aplica desde hace ya varios años con buenos resultados y que la política de ahorro en ningún caso apunta a quitar la subvención a alimentos e hidrocarburos.
Tras el anuncio del plan de austeridad, varios economistas destacaron la medida, pero indicaron que también se deben aplicar otros ajustes para reducir el déficit fiscal.
Para el analista Gabriel José Espinoza, las medidas implementadas por el Ejecutivo no logran compensar los 11 años continuos de déficit fiscales. Además considera que el Estado debe ajustar el subsidio del combustible y el gasto en creación de las empresas públicas.
Las gobernaciones, municipios también han realizado ajustes en sus gastos.