Más de un millón de personas han sido desplazadas desde que comenzó la ofensiva del ejército de Israel en el Líbano por los continuos bombardeos. Un éxodo que comenzó con el inicio de los ataques israelíes en la Franja de Gaza hace un año y que se intensificó radicalmente tras la escalada de hostilidades entre el grupo armado libanés Hezbolá y las fuerzas del país hebreo en los últimos diez días, según el reporte de RT en español.
El conflicto se centra en el sur del Líbano, aunque los bombardeos israelíes han llegado hasta el valle de la Becá, en el este del país, y los suburbios del sur de la capital, Beirut, y sus alrededores.
Las explosiones coordinadas de buscapersonas impulsadas por Israel los pasados 18 y 19 de septiembre supusieron un punto de inflexión en el conflicto.
Uno de cada cinco libaneses está desplazado
El número de desplazados llega ya a uno de cada cinco residentes en el Líbano, un país de tan sólo alrededor de 6 millones de habitantes, incluyendo un millón y medio de refugiados sirios y más de 400 mil refugiados palestinos.
La mayoría de las personas huyen de sus hogares con sus familias en busca de un lugar seguro.
“Me llamo Hassan y vengo de la gobernación de Nabatieh, en el sur del Líbano. Vivía con mi mujer y mis tres hijos en el suburbio sur de Beirut”, cuenta uno de los cientos de miles de desplazados en un testimonio recogido por Médicos Sin Fronteras (MSF).
Había salido de su casa hacía cuatro días preocupado por su seguridad: “Aquella noche fue como una película de terror: aviones de guerra, ataques aéreos, de todo. Mientras íbamos en el coche podíamos sentir como temblaba el suelo”, relata.
En total, la familia de Hassan tiene 20 miembros y se encuentran varados en la playa porque las escuelas y refugios se encuentran completos. “Lo único que me preocupa son los niños. El más pequeño tiene un año y medio. ¿Cómo puedo cuidar de mi familia?”, se pregunta.
Un país en crisis
A la terrible situación se suma que Líbano lleva años inmerso en una profunda crisis económica y social, una crisis humanitaria a gran escala en la que dos de cada tres personas viven en la pobreza, con un sistema sanitario sobrecargado.
El domingo pasado, en un ataque en la aldea de Ain al-Dalb, en el sur del país, murieron 45 personas y 70 resultaron heridas. “Fue un ataque brutal, injusto, bárbaro y nazi por parte del enemigo israelí, que cada día demuestra que es injusto, bárbaro y nazi”, dijo el jeque Salim Soussan, que dirigió las oraciones durante el funeral de varias de las víctimas, según recoge Ruptly.
Desde que comenzó la operación militar israelí en el Líbano, bautizada como “Operación Flechas del Norte”, los bombardeos han matado a más de 1.100 personas y herido a más de 6 mil.
El flujo de desplazados es incesante, como relató el Alto Comisionado de la Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (Acnur), Filippo Grandi, que se hacía eco de que ya habían cruzado a Siria desde Líbano más de 100.000 ciudadanos sirios y libaneses.
El martes, Save the Children hacía un llamamiento por la situación de la infancia. La ONG denuncia que 60 mil niños han huido a Siria, “muchos de ellos deshidratados y agotados”.
Colombia repatria a connacionales de Líbano
Un avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) con 117 connacionales a bordo aterrizó ayer en Bogotá procedente de Beirut como parte de una repatriación organizada por el Gobierno ante la escalada de la guerra en el Líbano, informó la Cancillería de Colombia, que anunció un segundo vuelo “cuando las condiciones lo permitan” para que regresen otras 150 personas.
La aeronave partió de Bogotá el sábado pasado para transportar a los colombianos que manifestaron su deseo de regresar al país después de los bombardeos de Israel.
“En nombre del Estado colombiano y de la sociedad colombiana, les damos la bienvenida. Todo el país está pendiente de ustedes”, dijo el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, al saludar en el avión a los repatriados, un acto en el que estuvo acompañado por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el comandante de la FAC, general Luis Carlos Córdoba.
De acuerdo con Murillo, en la aeronave que aterrizó en la pista del Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam) de Bogotá llegaron 50 menores de edad, mujeres, personas de la tercera edad e incluso personas con sus mascotas.