Decenas de personas se concentraron ayer en la ciudad de La Paz para acompañar el cotejo fúnebre y dar el último adiós al sacerdote jesuita Eduardo Pérez Iribarme (80), reconocido por sus labores sociales, en el periodismo y la democracia en Bolivia.
Después de dos días de ser velado, el cortejo fúnebre recorrió las principales calles del centro paceño, dando indicio en la calle Pichincha, siguiendo a la calle Sucre, donde se encuentran las instalaciones de la Radio Fides, para luego proseguir por Genaro Sanjinés, Ingavi y avenida Montes, vías que la Alcaldía determinó cerrar al flujo vehicular.
El cortejo fúnebre llegó hasta el mausoleo de la Compañía de Jesús, en el Cementerio General de la ciudad de La Paz, donde descansarán los restos del sacerdote.
El alcalde de La Paz, Iván Arias, quien llevó el ataúd en hombros durante unos minutos, anunció que la ciclovía, que se consolida en la ciudad, será nombrada en memoria del “Tata Pérez”.
“Estamos haciendo la ciclovía, hemos mandado al Concejo Municipal una ordenanza para que se declare como Padre Eduardo Pérez Iribarne, como un homenaje al amor que tuvo al ciclismo, esta ciclovía llevará su nombre”, afirmó.
Legado
Pérez nació en España en 1944 y estudió periodismo en Chile. Ingresó a Radio Fides en marzo de 1970. Posteriormente, fue jefe de prensa y desde 1986 se desempeñó como director de la emisora, labor que, pese a su avanzada edad, ejerció hasta la actualidad.
Para muchas generaciones de periodistas, el padre Pérez —como se lo conocía— fue considerado una escuela y un referente de la comunicación en el país. El hombre invisible fue uno de los programas más recordados del comunicador.
Al margen de desempeñarse en el periodismo, el sacerdote jesuita se destacó por su labor social como la campaña navideña “Por la Sonrisa de un Niño”, destinada a llevar regalos a los niños de escasos recursos.
Junto con la emisora Fides, organizó además las pruebas ciclistas de la Doble Copacabana, la Vuelta a Bolivia y la Doble Sucre-Potosí Gran Premio Fancesa, competencias que tuvieron gran participación.
Murió rodeado de sus seres queridos
El sacerdote jesuita falleció el lunes a los 80 años de edad luego de enfrentar un complejo cuadro de salud. Estaba rodeado de sus allegados y en su habitación. Así lo decidió.
Su legado no sólo queda en el periodismo, sino también en el ámbito deportivo. Desde los micrófonos de Radio Fides, de la que fue su director, impulsó las carreras de ciclismo Doble Copacabana y Vuelta a Bolivia, dos competiciones que marcaron un hito en esa disciplina.