Opinión

La laguna Alalay, uno de los pulmones verdes más importantes de Cochabamba, vuelve a respirar. Tras años de deterioro, incendios y contaminación, el reciente dragado y la inyección de aguas frescas han revitalizado este emblemático espacio. Hoy, el espejo de agua refleja algo más que la belleza del paisaje; es símbolo de resiliencia y de una lucha colectiva por recuperar lo que ofrece la naturaleza. La mejor prueba es el retorno de al menos 40 especies de aves.