Los obispos de la Iglesia católica iniciaron ayer su asamblea 115 con críticas a los incendios forestales que este año arrasaron cerca de 10 millones de hectáreas y a los recientes bloqueos de carreteras realizados por los seguidores del expresidente Evo Morales.
El presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Aurelio Pesoa, inauguró la asamblea con una reflexión de la coyuntura de Bolivia basada en la reciente carta encíclica del papa Francisco, Dilexit nos, que pone “el centro de la persona humana en el corazón”.
Pesoa se refirió a los incendios forestales. “A la luz de la carta del Papa, me pregunto: ¿tienen corazón los que ven cómo arde la Amazonía, en la más absoluta pasividad, cuando son los que pueden y tienen obligación de hacer algo para evitarlo?”, dijo.
“Creo que interpreto el sentir de muchos bolivianos indignados ante lo que ha estado pasando en el país, cada año, con los incendios en la Chiquitanía, ante la más indignante pasividad”, agregó.
En el mismo sentido se refirió a los bloqueos que asfixiaron al país: “¿Tienen corazón los que se han mantenido en sus ideologías políticas y económicas, sabiendo que llevaban al país al desastre en el que estamos? (...) ¿Tienen corazón los que bloquean los caminos, viendo cómo lloran nuestros campesinos, nuestros empresarios y nuestro pueblo, sin sentir ni un poco de compasión?”, agregó.
Además, los representantes de la CEB mostraron su disposición para contribuir a la resolución de un conflicto que por varias semanas impactó a la población boliviana. “La Iglesia juega un papel muy importante como facilitadora y mediadora y siempre va a estar dispuesta a coadyuvar en todo lo que sea necesario para dar salidas al país a todos estos conflictos”, dijo.