Actualidad
Las nuevas tecnologías, la pandemia y pospandemia han permitido, en los últimos años, operar a los grupos delincuenciales y al cibercrimen con mayor facilidad
A once días del fallido golpe de Estado que protagonizó el excomandante del Ejército de Bolivia Juan José Zúñiga se develan más detalles de la asonada militar del 26 de junio
Se realizará hoy la LXIV Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC)
El presidente argentino Javier Milei viajó anoche a Camboriú, Brasil, para participar en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC)
En el Día Internacional del Consumo de la Quinua, la Universidad Mayor de San Simón (UMSS)
En su sexto día consecutivo, los pobladores de Caracollo mantienen el bloqueo de la carretera que conecta La Paz con Oruro
Opinión

En los últimos días, Bolivia se ha declarado en alerta epidemiológica, frente al sarampión, una enfermedad de la que no se tenían casos desde 2000. Incluso, en 2012, el país había sido declarado libre de este mal por la OMS. Sin embargo, cuatro casos han vuelto a sonar las alarmas en el país. El primero en enero de este año, en la fronteriza población de Bermejo (Tarija). Y los otros cuatro, en la última semana: tres en Oruro y el ultimo en Tapacarí (Cochabamba).

Puntos de Vista

El contrabando, un negocio tan antiguo como nuestra historia, en la última década ha cobrado mucha más fuerza y cuerpo en nuestro país, hasta convertirse en una actividad económica multimillonaria, donde intervienen miles de personas, entre vendedores y compradores, tanto dentro y fuera de nuestras fronteras, donde el sector público y privado no son ajenos a este universo comercial.

El contrabando, un negocio tan antiguo como nuestra historia, en la última década ha cobrado mucha más fuerza y cuerpo en nuestro país, hasta convertirse en una actividad económica multimillonaria, donde intervienen miles de personas, entre vendedores y compradores, tanto dentro y fuera de nuestras fronteras, donde el sector público y privado no son ajenos a este universo comercial.

Al padre Cantalapiedra le pareció extraño y estrambótico notar que los campesinos de aquel rincón olvidado por la cristiandad empezaron a rezar de semejante y peculiar manera. No era ni el tono provinciano ni el murmullo ininteligible de ciertas frases, era más bien el inicio de cada oración y el sentido de estas, lo que le llamaba fuertemente la atención.

Al padre Cantalapiedra le pareció extraño y estrambótico notar que los campesinos de aquel rincón olvidado por la cristiandad empezaron a rezar de semejante y peculiar manera. No era ni el tono provinciano ni el murmullo ininteligible de ciertas frases, era más bien el inicio de cada oración y el sentido de estas, lo que le llamaba fuertemente la atención.

Ojeé hace unas semanas la entrevista en El País a la diseñadora de modas Elena Benarroch, pese a que dejé de leer ese medio español, desde que se convirtió en un panfleto sanchista (que apoya al presidente del Gobierno español). Aun así, me llamó la atención el titular entrecomillado: “Es una gilipollez pensar que si eres rico no puedes ser de izquierdas”.

Ojeé hace unas semanas la entrevista en El País a la diseñadora de modas Elena Benarroch, pese a que dejé de leer ese medio español, desde que se convirtió en un panfleto sanchista (que apoya al presidente del Gobierno español). Aun así, me llamó la atención el titular entrecomillado: “Es una gilipollez pensar que si eres rico no puedes ser de izquierdas”.

Muchos de los burócratas bolivianos, especialmente los que rondan el aparato estatal del nivel central, son parte de unas redes de poder y mantienen relaciones personales que les permiten empernarse en sus puestos de trabajo si es posible hasta la muerte natural del individuo.

Muchos de los burócratas bolivianos, especialmente los que rondan el aparato estatal del nivel central, son parte de unas redes de poder y mantienen relaciones personales que les permiten empernarse en sus puestos de trabajo si es posible hasta la muerte natural del individuo.