El comienzo del ciclo del argentino Gustavo Alfaro como DT de Paraguay y la despedida de Luis Suárez de Uruguay marcarán el duelo que estas dos selecciones disputarán hoy (19:30 HB), en la séptima jornada de las eliminatorias.
El estadio Centenario de Montevideo será testigo de un duelo en el que la Celeste buscará seguir caminando a paso firme hacia el Mundial de 2026, mientras que la Albirroja quiere dar un golpe que le permita trepar.
Hoy se vivirá una fiesta en la que será la despedida de uno de los más grandes ídolos uruguayos, el delantero disputará sus últimos minutos y lo hará como titular en un equipo que tendrá muchas bajas.
Tras la pelea con seguidores colombianos en la Copa América, Darwin Núñez, Rodrigo Bentancur, Ronald Araujo, José María Giménez y Mathías Olivera fueron suspendidos. Mientras que Giorgian de Arrascaeta, Nicolás de la Cruz y Matías Viña, están lesionados.
Del otro lado, Paraguay jugará un partido que marcará el debut de Alfaro, quien guió a Ecuador al Mundial de Catar 2022 y luego dirigió a la selección de Costa Rica.
En dos días más es Noche Buena, y en tres, Navidad, la fecha más importante del calendario litúrgico cristiano, pero no solamente, pues lo que hace que esta celebración sea tan especial es que ha trascendido a través de siglos hasta constituirse en una de las fiestas más importantes del año en gran parte del mundo, incluidos los países que son ajenos a la influencia de la doctrina cuyo origen se conmemora hoy.
GARY ANTONIO RODRÍGUEZ
Seguramente ha oído hablar de “seguridad alimentaria”, pero ¿qué significa eso? La seguridad alimentaria implica que haya una oferta suficiente de alimentos en el mercado, sean éstos nacionales o extranjeros, a un precio accesible, de ahí que es posible tener seguridad alimentaria sin ser autosuficiente. Nuestro país, por ejemplo., cada año gasta millones de dólares importando cientos de miles de toneladas de trigo y harina de trigo, entonces, tenemos seguridad alimentaria con productos extranjeros.
Seguramente ha oído hablar de “seguridad alimentaria”, pero ¿qué significa eso? La seguridad alimentaria implica que haya una oferta suficiente de alimentos en el mercado, sean éstos nacionales o extranjeros, a un precio accesible, de ahí que es posible tener seguridad alimentaria sin ser autosuficiente. Nuestro país, por ejemplo., cada año gasta millones de dólares importando cientos de miles de toneladas de trigo y harina de trigo, entonces, tenemos seguridad alimentaria con productos extranjeros.
La presidencia no es una responsabilidad para aprender en el cargo. Es decir, para conducir un país se requiere de formación y experiencia. Caso contrario corremos el riesgo de improvisar y equivocarnos.
Más aun, los candidatos no deben presentar solo lo que prometen hacer en el futuro, sino lo que han hecho antes: qué formación profesional, qué experiencia de gobierno, qué pruebas de integridad moral, qué apego a la democracia y qué apego a la institucionalidad han defendido.
La presidencia no es una responsabilidad para aprender en el cargo. Es decir, para conducir un país se requiere de formación y experiencia. Caso contrario corremos el riesgo de improvisar y equivocarnos.
Más aun, los candidatos no deben presentar solo lo que prometen hacer en el futuro, sino lo que han hecho antes: qué formación profesional, qué experiencia de gobierno, qué pruebas de integridad moral, qué apego a la democracia y qué apego a la institucionalidad han defendido.
CARLOS DERPIC SALAZAR
El título de esta columna no hace alusión a los hermosos bailecitos del folklore boliviano, sino a la espantosa y demagógica práctica en que el MAS sumió a Bolivia con la engañifa de “democratizar la justicia” que, tuvo, el pasado domingo 15 de diciembre, su tercera versión.
El título de esta columna no hace alusión a los hermosos bailecitos del folklore boliviano, sino a la espantosa y demagógica práctica en que el MAS sumió a Bolivia con la engañifa de “democratizar la justicia” que, tuvo, el pasado domingo 15 de diciembre, su tercera versión.
Hace algunos días, los bolivianos asistimos a elegir una vez más a las máximas autoridades de las cuatro instituciones del Órgano Judicial, que ejercerán sus cargos por seis años. Y lo hicimos obligados por el mandato de la Constitución, bajo amenaza de sanciones pecuniarias y ante el riesgo de vernos impedidos de ejercer derechos ciudadanos que nada tienen que ver con este proceso.
Hace algunos días, los bolivianos asistimos a elegir una vez más a las máximas autoridades de las cuatro instituciones del Órgano Judicial, que ejercerán sus cargos por seis años. Y lo hicimos obligados por el mandato de la Constitución, bajo amenaza de sanciones pecuniarias y ante el riesgo de vernos impedidos de ejercer derechos ciudadanos que nada tienen que ver con este proceso.