La selección ecuatoriana resistió anoche el asedio de Colombia en Barranquilla y se llevó tres puntos de oro del estadio Metropolitano con un triunfo 0-1, con tanto de Enner Valencia, en la jornada 12 de las Eliminatorias Suramericanas al Mundial de 2026, en la que Chile superó 4-2 a Venezuela y volvió a soñar con revertir su campaña.
El equipo dirigido por Sebastián Beccacece resistió la arremetida rival con un jugador menos por más de 60 minutos, por la expulsión del central Piero Hincapié, y con una sobresaliente actuación del portero Hernán Galíndez, cuyas atajadas evitaron la celebración de los anfitriones.
La Tri empezó a presionar con intensidad la salida de los anfitriones y fue así como logró abrir el marcador al minuto 7.
El equipo recuperó el balón al aprovechar un error de salida del centrocampista Richard Ríos y este le llegó a Enner Valencia, que condujo a toda velocidad, se deshizo de varios rivales y entró al área para sacar un remate cruzado imposible de atajar para Camilo Vargas.
En el estadio Nacional de Santiago, en la noche de los golazos, la Roja regresó a la senda triunfal luego de ocho partidos por eliminatorias (dos empates y seis derrotas), al imponerse 4-2 a la Vinotinto.
Los goles de Chile se materializaron por intermedio de Eduardo Vargas (20’ PT), Tomás Rincón (29’ PT, en contra) y Lucas Cepeda (38’ PT y 2’ ST). Venezuela descontó con los tantos de Jefferson Savarino (13’ PT) y Rubén Ramírez (22’ PT).
Ayer, 20 de noviembre, se celebró el Día Mundial de la Infancia. Los motivos de esa conmemoración tendrían que motivar una serena reflexión acerca del impacto futuro de nuestras interacciones con los niños.
MARCELO GONZALES YAKSIC
En los últimos meses, la percepción de una supuesta fractura dentro del partido de gobierno ha captado la atención tanto de la ciudadanía como de los medios de comunicación. Sin embargo, yo no termino de creer que esta ruptura sea irreversible. A pesar de las disputas internas que se presentan con gran dramatismo, pareciera que estas son parte de una estrategia que oculta la realidad de un partido que sigue siendo más fuerte de lo que aparenta.
En los últimos meses, la percepción de una supuesta fractura dentro del partido de gobierno ha captado la atención tanto de la ciudadanía como de los medios de comunicación. Sin embargo, yo no termino de creer que esta ruptura sea irreversible. A pesar de las disputas internas que se presentan con gran dramatismo, pareciera que estas son parte de una estrategia que oculta la realidad de un partido que sigue siendo más fuerte de lo que aparenta.
¿La sobreoferta de universidades privadas solucionará la deficiente educación superior pública?
¿La sobreoferta de universidades privadas solucionará la deficiente educación superior pública?
IGNACIO VERA DE RADA
Los bosques arden, el aire y el agua fluyen contaminados por el humo y los metales de la minería y miles de animales agonizan asfixiados o calcinados, pero la sociedad boliviana y la mayoría de los medios de comunicación siguen dándoles más palestra a asuntos polémicos pero triviales, como las peleas en el seno del MAS o los dimes y diretes de algunos políticos opositores.
Los bosques arden, el aire y el agua fluyen contaminados por el humo y los metales de la minería y miles de animales agonizan asfixiados o calcinados, pero la sociedad boliviana y la mayoría de los medios de comunicación siguen dándoles más palestra a asuntos polémicos pero triviales, como las peleas en el seno del MAS o los dimes y diretes de algunos políticos opositores.
El Movimiento al Socialismo (MAS) nunca tuvo un proyecto de país, a diferencia de las otras grandes corrientes políticas en Bolivia: las conservadoras del siglo XIX, las liberales en el inicio de la centuria, las nacionalistas que cruzaron siete décadas. La sigla del MAS es prestada, detalle que refleja cómo desde sus inicios andaba a tropezones. No es un modelo socialista; es más un capitalismo salvaje.
El Movimiento al Socialismo (MAS) nunca tuvo un proyecto de país, a diferencia de las otras grandes corrientes políticas en Bolivia: las conservadoras del siglo XIX, las liberales en el inicio de la centuria, las nacionalistas que cruzaron siete décadas. La sigla del MAS es prestada, detalle que refleja cómo desde sus inicios andaba a tropezones. No es un modelo socialista; es más un capitalismo salvaje.