Tras las críticas negativas recibidas en Cannes con la primera parte, Kevin Costner ha estrenado en Venecia la segunda entrega de su ambiciosa saga sobre la conquista del Oeste americano, un filme de 190 minutos que se ha proyectado fuera de competición.
"Cuando las cosas se ponen difíciles, normalmente quieres rendirte", dijo en rueda de prensa el actor y director estadounidense, "pero, en mi caso, cuando siento rechazo, supero mi decepción y mi voluntad crece".
Costner ha agradecido al director de la Mostra, Alberto Barbera, su confianza en el proyecto, que se ha incluido en la última jornada del certamen, a solo unas horas de que se desvele el palmarés en la gala de clausura.
"Alberto permitió que mi sueño no fuera aplastado", dijo Costner, que consideró "un milagro" su presencia en Venecia y confió en que la película "hablará por sí misma" y se quedará ahí para el futuro.
'Horizon: An American Saga' ha supuesto el regreso de Costner a la dirección veinte años después de 'Open Range' (2003). La historia llevaba en su cabeza desde 1988, pero hasta 2003 no se lanzó a producirla y le ha costado otros 20 años encontrar la financiación, que ha salido en gran parte de sus propios bolsillos.
La historia gira en torno a un asentamiento cerca de un río en Nuevo México en el siglo XIX.
A través de las perspectivas entrelazadas y a menudo enfrentadas de colonos y soldados, magnates ferroviarios y comerciantes de ganado, indígenas estadounidenses y trabajadores inmigrantes chinos, la película pretende ser un fresco del nacimiento de una nación, sus promesas y sus pecados fundamentales.
Ya en Cannes había contado que para costear las dos primeras entregas, el actor hipotecó sus cuatro casas. En una reciente entrevista con la revista estadounidense GQ reconoció que se ha gastado 38 millones de dólares, para un total de 100 millones, que es el presupuesto de la producción de las dos primeras partes.
En Venecia ha hecho hincapié en que esta segunda parte es "más dura" que la primera y que la tercera, que aún no ha podido rodar, será "devastadora".
"El Oeste no era Disneylandia, fue muy difícil, quería contar esa historia y me pareció que lo mejor era hacerlo a través de los ojos de las mujeres", subrayó Costner que es director, guionista y protagonista de los filmes, junto a Sienna Miller y Sam Worthington.
Costner dijo que nunca le interesó especialmente el género de western porque "la mayoría no parecían reales, no había nada en juego, solo disparos" hasta que pensó que el western podía ser algo más, "podía ser la realidad de mujer desesperada por poder darse un baño".
Sobre la tercera parte, ha dicho que el guion está escrito y que confía en poder llevarla a cabo. "Es una cuerda que no puedo soltar, no sé como voy a hacer la tercera pero voy a hacerla".